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domingo, 7 de diciembre de 2014

Capitulo 4 ~ Segunda Temporada.

Justin suspiró y asintió. — Claro. 

Se levantó dejándome a solas con Christian. Observé como Christian tomaba el asiento de Justin y no pude evitar bajar la vista al suelo.

— Temía que no vinieses. —comentó Christian, mirándome. Alcé la mirada hacia él, sorprendida.

— ¿Por qué? —me atreví a preguntar. A lo mejor había recuperado la memoria.

Sonrió mientras me miraba. — Por lo que pasó en el hospital. —desvió su vista hacia la multitud y luego volvió a posarla sobre mi. — ¿Sabes? Olivia me contó todo. 

Abrí los ojos sorprendida, a lo mejor no era tan mala como pensaba. 

— ¿De verdad? —quise asegurarme. No pude reprimir una sonrisa.

— Sí, me contó que tus sentimientos hacia mí son más allá de la amistad. —abrí la boca, creo que pudo tocar el suelo. Retiro lo anterior, Olivia es una perra.

— ¿Qué? ¿Cómo? —pregunté intentando encajar todo en mi cabeza. ¿Por qué le había dicho eso Olivia? Ella ni siquiera me conoce.

— Tranquila, no me molesta. Podemos seguir siendo mejores amigos. —me contestó con una sonrisa de apoyo. Yo aún seguía en mi shock. Si no era Brogan, venía Olivia a joder todo. Mi vida parecía una novela.

— ¡No! —grité frustrada. — ¿Y te crees lo que dice esa perra?

— ____(tn), no hables así de Olivia. Sabes que es mi novia y no te lo voy a permitir. —me avisó cortante.  

— ¿No lo entiendes verdad? Olivia no es tu novia desde hace un mes, ella está aprovechándose de tu estado.

— ¿Entonces cómo me explicas lo que siento por ella? —me retó con una pregunta. Ahí me quedé sin palabras. Si él sentía por ella yo no podía hacer nada más que intentar ser su amiga. Lo único que quiero es estar a su lado.

Mordí mi labio e intenté tragar mis lágrimas. — Está bien... seamos amigos. —susurré. Algún día iba a recuperar la memoria y se iba a dar cuenta de que había elegido mal a la persona en quien confiar. 

— Gracias, ____(tn). Imagino que es duro intentar entablar una amistad con una persona que te atrae. Pero es lo único que puedo ofrecerte y me alegra saber que estás dispuesta a aceptarlo. —me acarició el brazo con una sonrisa. 

— Creo que es mejor que me vaya, —me levanté de la silla. — me duele un poco la cabeza. 

— Está bien. —se levantó también. — Te acompaño.

— No hace falta, no vivo muy lejos, pero gracias. —le agradecí con una sonrisa fingida. Lo único que quiero es llegar a casa y llorar hasta aceptar de una vez todo lo que está ocurriendo. 

— Insisto. —me dijo con una sonrisa. 

Suspiré y asentí.  — Está bien.


Había avisado a Ryan sobre que me iba, pero a Justin no lo había encontrado por ninguna parte así que nos fuimos sin despedirnos. 

Caminamos por las oscuras calles en silencio, hasta llegar a casa.

— Gracias por acompañarme. —le agradecí mirando al suelo.

— Para eso están los amigos. —me sonrió. Deja de una maldita vez de decir la palabra “amigos”. 

— Claro, en cuanto necesites algo aquí está tu mejor amiga. —dije lo último entre dientes. Me dispuse a entrar en casa cuando la voz de Christian me detuvo.

— Oye ____(tn), ¿puedo confesarte una cosa? 

Le miré y asentí. — Obvio. 

— Si no estuviera con Olivia, estoy seguro de que estaría encantado de estar contigo.

Mis mejillas se pusieron rojas y sonreí.

— Gracias.

Ahora estaba segura de que no me iba a rendir tan fácilmente. Iba a conseguir que todo volviese a ser como hace 4 años.

                                                                             •••


Miré la hora, 12:30 am. Me había tenido que levantar pronto para poder apuntarme a la universidad y comenzar la carrera de fotografía. Por suerte había pillado plazas y mi nota de selectividad era lo suficientemente alta como para que me aceptaran. Iba a ir a la misma que Ryan, solo que para él ya iba a ser su segundo año de carrera y había elegido Comunicación y Audiovisuales ya que quería ser director de cine. Y bueno, Justin seguía cantando así que no le hacía falta estudiar en la Universidad. 

Ahora que ya había hecho los recados que tenía en mente hacer el día de hoy, me permití relajarme. Fui a sentarme en el sofá, pero justo en el que mis piernas se relajaron, el timbre sonó.

— ¡Ryan, abre tú! —le pedí en un grito de frustración. 

— ¡No, abre tú! —me gritó desde el piso de arriba. 

— Acabo de sentarme, dame un respiro. —supliqué con angustia. El timbre volvió a sonar, esta vez parecía que con impaciencia.

— Eres una vaga. —me dijo mientras bajaba por las escaleras y corría a abrir la puerta.

Cerré los ojos intentando tranquilizarme, esas discusiones las solía tener cada día con Ryan antiguamente.

— ¿____(tn) _____(ta)? —preguntó una voz, que por mucho que no quisiera, conocía de sobra. Lucas.

— ____(tn), te buscan. —me informó Ryan dejando la entrada libre a Lucas. — Pasa.

Lucas pasó al interior de la casa y Ryan se sentó en el sillón, mirando con curiosidad a Lucas.

— ¿Qué quieres? —le pregunté sin apenas saludar.

— Veo que mi visita te ha alegrado la mañana. —Lucas sonrió con suficiencia. — Lo tomaré en cuenta.

— Hey, en serio. ¿Por qué has aparecido esta mañana por casa? —pregunté molesta, ignorando su estúpido comentario.

— Ayer no te vi, y bien sabes que tengo que echarte un ojo al menos una vez al día.

— ¿No puedes vivir sin mí? —le pregunté, mientras pestañeaba inocentemente.

— En teoría, no. Necesito mantener mi puesto. —se cruzó de brazos con desinterés.

— ¿El puesto del hijo del jefe? Creo que ese siempre lo mantendrás. —le reté con la mirada. Lucas me mandó una mirada amenazante.

— Deberías tener cuidado más cuidado con lo que dices. —sus ojos azules parecían querer rasgar cada parte de mis secretos y sacarlos a la libertad. Lo miré sin apartar ni un segundo la mirada, antes estas cosas no podía hacerlas. — El tema es fácil, yo te pregunto sobre lo que hiciste ayer, y tú me respondes con total sinceridad. 

— Hey man, ¿de qué va todo esto? —le preguntó Ryan, sin apenas entender lo que sucedía.

Lucas mostró un falso gesto de asombro. — Oh, ¿no te lo ha contado tu querida “hermanita”? 

— Él ni tiene por qué saber nada de esto. —le avisé con un gesto amenazante a Lucas. Éste rió levemente, como si esta situación fuera graciosa. 

Yo no le había contado a Ryan el por qué había vuelto a Atlanta y sabía que si se enteraba de que fue por obligación se decepcionaría.

— Claro que sí, él es como de tu familia, ¿o no es así? —Lucas miró a Ryan por unos segundos. — ¿se lo voy a tener que contar yo?

Me quedé estática, sin poder pronunciar palabra alguna. Miré a Ryan con una mirada que deseaba que hubiera trasmitido disculpa. Ryan, por el contrario; lucía confuso e irritado.

— Bien, que así sea. —sonrió Lucas, dando una palmada en el aire. — Tu querida hermana, de otra sangre, ha vuelto a Estados Unidos por obligación de la ley al fallecer su único familiar con la custodia. —me miró por un segundo, el cual pude divisar diversión en sus ojos. — Suplicó varias veces que no la trajéramos aquí, así que me mandaron a inspeccionar el por qué de su negación a vivir con su padre y la familia de su novia.

Ryan pareció tener un debate en su interior, como procesando la información. Pensé que se lo tomaría más a pecho y me gritaría lo decepcionado que estaba al saber que si fuera por mi no hubiera vuelto a visitarlos jamás. Pero no.

Tan solo se levantó del sillón, y subió las escaleras en un silencio que llenó toda la sala.

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N/A: Pues aquí está el cuarto capitulo. Es corto, pero estando enferma y con trabajos es lo único que puedo dar para no haceros esperar un año. 

Muchas gracias a todas esas lectoras que me apoyan con comentarios y mensajes expresando su opinión sobre la novela ❤️.

Kisses!***

PD: Quien quiera (y tenga) me puede seguir en Wattpad. Allí soy JBiebsAmeezy y estoy subiendo esta novela y algunas más :).

miércoles, 29 de octubre de 2014

Capitulo 3 ~ Segunda Temporada.

Solo cuando pierdes a alguien te das cuenta de lo importante que era, y entonces te arrepientes de no haberlo valorado.

4 años habían pasado desde que pude hablar con él y su memoria estaba intacta, y eran tantos recuerdos que un día se habían esfumado de su memoria, de la noche a la mañana, sin previo aviso. Había olvidado nuestras risas, nuestras peleas, nuestra historia... Se había olvidado de su gente, de nosotros, se había olvidado hasta de si mismo.

Ahora tan solo yo tengo aquellos momentos vividos, aquellos recuerdos junto a él.


Me sentía mal, sí. ¿Por qué mentir? Me había echado de su vida como si fuera una desconocida. Había visto en sus ojos como reflejaban pena por mi, por el dolor que sentía al no estar en sus recuerdos.

Le habían dado una semana de observación intensiva para saber cual era su estado y si podría salir pronto a la calle. Yo le había ido a visitar cada día, aunque no entraba a su habitación por miedo a encontrarlo con Olivia. Tan solo me quedaba en el pasillo, enterándome de como iba todo gracias a los comentarios de los médicos.
Su familia, en cuanto supieron el día el cual le iban a dar de baja no tardaron en preparar una fiesta. Yo no estaba invitada o por lo menos no me comentaron nada.

Cuando llegó el día de salida de Christian no podía parar de andar de un lado hacia otro. Una enfermera me pidió que me calmara porque estaba poniendo nerviosa al personal. Así que me senté en un asiento del pasillo y comencé a leer una revista.

— ____(tn) —aparté la vista de la revista y vi a Caitlin. —, ¿vendrás a la fiesta que le haremos a Christian? Es para celebrar su vuelta a casa.—me preguntó Caitlin, con una sonrisa de oreja a oreja, pero con cansancio en su rostro.

Mordí mi labio insegura, no quería estar en una fiesta con mi estado de ánimo. Pero era para celebrar la vuelta de Christian, y eso significaba estar más tiempo con él.

Recuerda que debes estar feliz por el simple hecho de que haya despertado.

Fingí una sonrisa y asentí. — Claro. 

— Genial, será hoy en mi casa a las ocho. —me indicó Caitlin. — No llegues tarde.

— Tranquila, soy puntual. —sonreí levemente intentando contener las estúpidas ganas de llorar. Ella asintió aún con su sonrisa expuesta y me abrazó de golpe.

— Sé que lo estás pasando mal por su pérdida de memoria. —Caitlin me miró preocupada y luego siguió: — Pero debes saber que el médico dijo que sería temporal, pronto te recordará.

Me limpié la lágrima que rápidamente había salido, y la miré con una sonrisa leve. 

— Esto debería ser al revés, yo debería estar consolándote a ti y no tú a mi. —reí entre palabras.

Caitlin también comenzó a reír, pero luego volvió a su estado anterior. — Sé que Christian significa mucho para ti.  

— Sí, es cierto. —bajé la mirada al suelo y la subí rápidamente. — Os echo de menos. —me sinceré con un hilo de voz. Necesitaba que estuviéramos todos juntos, de nuevo.

— Nosotros también a ti. —Caitlin sonrió tristemente, mientras una lágrima caía por si mejilla. 

Me apuré a limpiársela. — Oh no, no llores. —le pedí rápidamente. — Lo siento, debería hacerte estar bien y lo único que hago es ponerte mal.

Caitlin negó. — No, tan solo es que quiero que todo vuelva a ser como antes. —la miré atentamente. — Ya sabes, Chaz, Justin, Ryan, Christian, Melody tú y yo. Incluso quiero que venga Jasmine.

Reímos y asentí. — Yo también, ¿crees que todo podrá volver a ser como años atrás? 

Caitlin se quedó en un silencio, un silencio el cual compartimos los dos y en el cual decíamos todo. 

Nunca iba a volver a ser como antes, y debíamos aceptar cuanto antes la situación.

— Esperemos que así sea. —susurró.

*

— ¡Ryan, esto va en serio! —le grité con suplica. Ryan comenzó a reír y se levantó de la cama. 

— Está bien, ya te ayudo. —carcajeó mientras me subía la cremallera del vestido. Al fin. — ¿Contenta?

Asentí con el ceño fruncido. — Mucho. —le miré de reojo mientras observaba el espejo. — Ya puedes irte.

— Como usted diga, mi señora. —dijo haciendo una reverencia mientras salía por la puerta. Pero qué estúpido.

Sonreí mientras rodaba los ojos y volví a concentrarme en el reflejo del espejo. Llevaba un vestido: 

(elegid cual queráis)

e iba maquillada levemente. Tenía puesto el eyeliner, polvos para dar color a mi cara y un pinta labios rosa fuerte. 

Salí de la habitación y bajé las escaleras, a bajo estaba Ryan y Justin esperándome. Noté como los dos me recorrieron de arriba a abajo la mirada. Justin bajó la mirada al suelo, fruncí el ceño.

—  ¿Vamos? —pregunté con molestia, ¿tan mal iba como para que apartara la mirada? En fin.

— Claro. —respondieron los dos. Justin pasó primero por la puerta y cuando fui a pasar yo Ryan se acercó a mi:

— No sabía que tuviera una “hermana” con tan buenas curvas. —dijo haciendo énfasis a la palabra hermana. Reí ante su comentario, aunque no pudiera evitar sonrojarme. 

— Calla, idiota. Tú debes insultarme, no halagarme. —le indiqué entre risas.

Ryan comenzó a reír. — Cierto, vas horriblemente fea y pareces una patata. —dijo naturalmente, le di un codazo mientras reíamos. 

— Estúpido, se te hace demasiado fácil insultarme. —carcajeé.

— Ya estoy entrenado.


Al llegar a la casa de los Beadles, había un ambiente de felicidad, aunque a mi se me revolvió el estómago al recordar que hoy al fin lo vería de nuevo. 

Nada más poner un pie en la casa, Ryan y Justin desaparecieron entre la multitud. Era una fiesta elegante, ya que también habían adultos y familiares de Christian.

Busqué con la mirada a Christian entre todo el bullicio de personas, pero no lo encontré. Quería decirle la verdad, contra antes lo sepa, mejor.

— Hola, ____(tn). —me saludó Caitlin junto con sus padres que estaban a su lado. 

— Hola. —sonreí con educación.

— Me alegra que vinieses. —comentó Caitlin mientras nos abrazábamos.

— Bueno, no podía perderme la fiesta de bienvenida de Christian. —dije cortésmente.

Sandi, la madre de Caitlin y Christian sonrió y se acercó a mi. — Estás muy guapa, ____(tn). 

Sonreí halagada. — Muchas gracias. Oh, y gracias de nuevo por dejarme pasar a visitarlo aquella vez. —le agradecí.

— No es nada. —sonrió y Caitlin me miró con un brillo de felicidad y tristeza mezclados.

— Bueno, te dejamos disfrutar de la fiesta. —comentó ella.

— Está bien, hasta luego. 

Cuando se fueron seguí buscando a Christian, realmente necesitaba encontrarle, pero parecía imposible.

Observé una mesa junto a unas sillas y fui hacia allí para sentarme. Suspiré agotada por todas las emociones vividas en tan poco tiempo.

— Toma. —levanté la mirada para ver de quien provenía aquella voz, y encontré a Justin de pie tendiéndome una copa de champan.

La tomé mientras sonreía levemente. — Gracias.

Justin se sentó en la silla de al lado y sus pensamientos se quedaron perdidos entre la multitud.

— ¿Lo has visto? —me preguntó. 

Le miré extrañada. — ¿A quién?

— A Christian, ¿lo has podido ver hoy? —me preguntó colocando su mirada sobre mi. Negué lentamente y suspiré.

— He intentado buscarle, pero es como si hubiese desaparecido. —bebí un sorbo de champan.

— Uhm, seguro que lo verás. No creo que se haya ido de su fiesta. —comentó con su mirada aun fija en mi. Asentí mientras miraba al suelo.

— Sí, eso espero. —susurré.

Hubo otros segundos de silencios, bueno, silencio entre paréntesis de todo el ruido de la fiesta. Odiaba estos silencios, eran demasiado incómodos.

— ____(tn). —me llamó Justin, le miré.

— Mhm. 

— ¿Sabes que siempre que me necesites voy a estar para ayudarte, no? —Justin colocó su mano sobre la mía, acariciándome.

— Uh, sí, claro. —respondí nerviosa por su proximidad. Coloqué mi otra mano sobre la suya e imité su gesto de acariciarla. Le miré a los ojos y sonreí.

— ____(tn), yo-- 

— Perdona, ¿puedo hablar con ____(tn) un segundo? —aparté la mirada dd Justin para encontrarme con los ojos caramelo de Christian.



N/A: Hola! Esta vez tardé menos en subir capítulo, sé que es corto pero es lo único que puedo hacer estando en bachiller. 

¡Espero que comentéis vuestra opinión! asdfghjkl 
 

lunes, 27 de octubre de 2014

Capitulo 2. ~ Segunda Temporada.

Los médicos solo dejaron entrar a los familiares, así que los demás decidimos irnos para descansar un poco. Había quedado con su familia en que mañana volvería a visitarlo. 

Ryan, Justin y yo acabábamos de llegar a casa. Estábamos en el salón, sentados en el sofá mientras ellos se tomaban una cerveza. No podía parar de observarles, la última vez que los vi, lo máximo que tomaban eran Redbull's.

— ¿Sigues con Melody? —la pregunta salió de mis labios sin apenas darme cuenta. La verdad, es que eso me había estado dando vueltas durante un tiempo. Cuando habíamos estado en el hospital, ellos ni siquiera se llegaban a mirar.

— No. —contestó Ryan mirando hacia el suelo. Le miré para que siguiera. Parecía resentido. — Me fue infiel. 

Esa fue la última respuesta que esperaba. ¿Melody le fue infiel a Ryan? Era extraño que ella pudiera hacer eso. 

— ¿Cómo? —pregunté sorprendida. Si es verdad que a Melody le había visto diferente, cambiada.

— Como oyes. —contestó mientras movía su pierna con rapidez.

— Fue con un chico que conoció en un club nocturno. —me explicó Justin, asentí intentando asimilar todo.

— No puedo creer que te hiciera eso. —negué mirando hacia el suelo. — ¿Y eso cuando fue? —pregunté.

— Hace dos años. —contestó Ryan. — Desde entonces no hablo con ella. 

— Creo que me he perdido mucho estos cuatro años. —me crucé de brazos. — ¿Y Christian a tenido..? Ya sabéis. —pregunté jugando con mis manos con nervios.

— Claro. —contestó Ryan. Le miré algo decepcionada, aunque era claro que estaba en su derecho de rehacer su vida. — Salió con Brogan después de dos meses después de que te fueras, —tragué salvia intentando no gritar de frustración. — cortaron a lo poco. Luego hace un año que estuvo con otra chica llamada Olivia. Creo que rompieron hace un mes o así. 

— Oh, está bien. —asentí con la cabeza, tocando la cadena la cual le regalé a Christian una igual.

— ¿Y tú qué? —preguntó Justin con una sonrisa. — ¿Cómo te fue en ____(tp)? 

— Uhm bien, supongo. —sonreí levemente. 

Bien si quitabas de la lista a que no podía rehacer mi vida amorosa por más que quisiera, a que echaba de menos a mi hermana, a que se murió mi abuelo.

— ¿Tuviste a muchos, verdad? —preguntó, ¿interesado? Justin.

Mis mejillas se tornaron a color carmesí. — Tuve tres novios. —miré hacia el suelo. — Ninguno terminó bien. 

— ¿Tres? —alzó una ceja, Ryan. — ¿Te hicieron daño? Tenías que haberlos advertidos que tienes a un hermano que les rajaría. —reí al escuchar su comentario mientras negaba.

— No fue eso, los cortaba yo. —me crucé de brazos. — Supongo que no pude olvidar a Christian. —susurré casi inaudible.

— ¿No has podido olvidarlo en cuatro años? —frunció el ceño, Justin. Mordí mi labio nerviosa.

— ¿Cómo te fueron a ti las novias, Justin? —pregunté forzando una sonrisa para cambiar de tema. — He escuchado que tienes chicas por todos lados, ¿cómo que tan mujeriego, señor Bieber?  —le miré seriamente poniendo mis brazos en jarra. Claramente todo en broma.

Justin rió. — Soy sexy, no tengo culpa. —se cruzó de brazos poniendo una mueca angelical. Todos reímos.

La puerta se abrió dejando a la vista a Charlie y a mi padre. Me levanté como impulso y corrí hacia ellos como alma que lleva el diablo.

— ¡Oh Dios mío, ____(tn)! ¡Estás aquí! —gritó mi padre junto un pequeño sollozo. Asentí y sentí como la primera lágrima caía por mi mejilla. Los había echado en falta, demasiado.

— Maldita sea, os he echado tanto de menos. —ahogué un sollozo que llevaba 4 años guardado en mi interior.

— ¿Cómo te encuentras? —preguntó Charlie acariciándome el hombro maternalmente. Supuse que papá le había contado sobre mi abuelo y el tema de volver, así que intenté sonreír para no preocuparla por mi verdadero estado. 

Estaba echa una mierda. Sencillamente, así es como estaba, pero no podía dejar que la situación me controlara; así que, debía seguir adelante para ser yo quien controlara la situación.

— Mhm, creo que debería ir yéndome. —comentó Justin, pasándose la mano por detrás del cuello. 

— Hola, Justin. —saludaron Charlie y mi padre al mismo son. 

— Quédate a comer, Ryan nos contó que volviste a Atlanta por un mes para saber sobre el estado de Chris. —le miró atentamente Charlie con una sonrisa que mostraba empatía. 

Justin asintió con una leve sonrisa. — Está bien. —afirmó y me miró fugazmente. Mordí mi labio y aparté la vista hacia el suelo.

Al escuchar su contestación no había podido sentir una punzada de decepción, y no entendía el por qué. 

Puede que ese rencor que le guardé durante años anteriores no lo hubiera superado del todo. Siempre quedaría ese recuerdo en el que las cosas se torcieron. Siempre estaría presente, torturándome para no poder seguir como si todo hubiera estado bien con él. 

Sabía que me iba a costar engañarme, pero por el bien de la situación, debía seguir así.



Habíamos pasado dos semanas enteras visitando a Christian por las mañanas. Todo iba igual en él, no daba ninguna señal de despertar. Christian aun seguía en el observatorio, pero un día en el que todos se fueron a la cafetería, y con la excusa de ir al baño, me pude colar a la habitación para poder saber su estado.

Y realmente no sabía si había sido la mejor decisión.

Mis recuerdos del anterior Christian habían sido sustituidos por el actual Christian. 

Con cables, con los ojos cerrados, apunto de ser derrotado.

No puedo jurar el no haber soltado ninguna lágrima al verlo en ese horrible estado. Todo era como una película en la que solo existía la parte mala, en la que no pasaba nada bueno. 

Había pasado la mayoría de los días con Ryan y Justin, ya que los días que no estaba con ellos era porque necesitaba estar sola, aunque siempre interrumpía Lucas con la estúpida excusa de que debía supervisar que todo estuviera bien. 

 — ¡____(tn)! —sentí como Ryan no paraba de mecerme de un lado a otro rompiendo mi trance de lectura. Estaba bien metida en la novela, y bien enamorada de Travis Maddox. ¿Por qué no podía ser real ese chico? ¿Por qué?

— ¿Qué ocurre? —le pregunté malhumorada. Ahora estaba por una parte muy interesante del libro.

— Dicen que Christian despertó. —me informó. Abrí los ojos y dejé el libro sobre la mesa de un golpe. Me levanté y fui hasta la puerta. — ¿Dónde vas?

— ¿A qué esperas? Quiero ir a verlo. 

— Espera que llame a Justin. —dijo mientras sacaba su móvil. 

Alcé una ceja molesta. — No, olvídate de él. Vámonos ya, y ahora le envío yo un mensaje a Justin para avisarle de que estamos en el hospital.

— Está bien. —rodó los ojos y se encaminó al coche.


Al llegar al hospital fuimos directos a la habitación la cual nos habían indicado, ya que le habían cambiado de lugar al haber despertado. No podía creer que estuviera despierto, ¿podría volver a ver sus ojos color caramelo? ¿Podría escuchar su voz de nuevo? 
Los nervios comenzaron a aparecer en mi interior, no podía remediarlo.

Al llegar al pasillo de la habitación, justo la puerta se abrió dejando a la vista a Caitlin, Matty y a sus padres.

— Hola. —les saludé con educación. Su madre se acercó a mi con los ojos llenos de lágrimas y me abrazó. — ¿Ocurre algo, Sra. Beadles?

Ella negó levemente. — Llámame Sandi, cariño. –me pido con una sonrisa débil. — Te he visto todo los días viniendo a visitar a mi hijo, puedes pasar a verle si quieres. 

Abrí los ojos con sorpresa y asentí. Normalmente solo podían pasar a verle familiares, así que me lo tomé como un gran honor.

— Muchísimas gracias, Sandi. —le agradecí, pude sentir como caía una lágrima por mi mejilla. Pasé la mano para apartarla rápidamente y entré a la habitación solitaria de Christian.

Todo estaba como la última vez que vine, inclusive él tenía los ojos cerrados. Cerré la puerta con sutileza, y sentí como Christian se movía con dificultad en la cama. Me puse delante de él y me preparé para ver al fin el color de sus ojos.

Los abrió, y su mirada quedó clavada en mi. Sonreí con lágrimas en los ojos y fui a abrazarle. 

— Hola, Christian, tu madre me dejó pasar. Te he echado muchísimo de menos. —me sinceré con él mientras seguíamos abrazados. — Me alegro de que estés despierto.

Nos separamos y me senté en la silla que estaba al lado de su cama. — Mhm... —me miró de nuevo, como si fuese la primera vez que me veía. Sentí un pinchazo, me asusté. — Muchas gracias por tu apoyo, pero... ¿quién eres? —preguntó extrañado. El pinchazo que había sentido anteriormente, llegó a romper mi corazón en un millón de cachos. 

Christian no se acordaba de mi. Intenté tranquilizarme, y respirar lo más hondo posible. Las lágrimas comenzaron a asomarse por mis ojos y la mirada extrañada de Christian, pasó a ser una de preocupación.

— Lo--lo siento. —se disculpó. — No quería herir tus sentimientos. —me agarró la mano y sentí como una chispa se encendía en mi interior. Levanté la mirada hacia él. — De verdad que estoy muy agradecido por tu preocupación, si mis padres te dejaron entrar será porque eres una persona de confianza. —comentó, intentando cuidar sus palabras. — Pero no te recuerdo, igual que a la mayoría de personas. 

Me sequé las lágrimas y negué con la cabeza mientras sonreía. 

— No te sientas culpable por esto. —tragué saliva.

— ¿Puedes decirme tu nombre? —me preguntó con una débil sonrisa. Asentí, dándome cuenta de que sus anteriores brackets ya no estaban en sus dientes. 

— Me llamo _____(tn). —me presenté intentando mostrar una sonrisa, no podía dejarle hacer que se sintiera culpable por todo esto.

— Bonito nombre. —me halagó. Pude sentir como mis mejillas ardían al escuchar después de 4 años, un halago suyo. — Pero, ¿de qué modo formas parte de mi? ¿eres mi novia? —preguntó perdido. Reí ante su pregunta. 

— No, yo soy tu novia. Ella es tu mejor amiga, tan solo eso. —respondió una voz proveniente de la puerta. Me giré para saber quien era y me encontré con una chica de cabello rubio y ojos azules, parecía modelo. La muy estúpida le había mentido, aprovechándose de su situación, ya que yo me había informado bien de que Christian había cortado con su anterior novia, y ahora estaba soltero. — Soy Olivia. —se presentó a Christian con una sonrisa más falsa que cualquier otra cosa.

Así que esta es la chica con la que cortó hace un mes... será perra.


— Uhm, lo siento. —se disculpó Christian, aunque no sé ciertamente a quien se dirigía. — Pensé que tú... —me dijo. Mordí mi labio para no gritarle a Olivia de todo, ya que a Christian le sentaría mal.

Respiré hondo y miré a Olivia, lista para desmentir todo lo que le dijo. — N--

— Creo que para estar en el puesto de mejor amiga, estás estando demasiado tiempo aquí. —chirrió la voz de Olivia por la habitación. — Deja ahora tiempo a la novia, que lo necesita más.

— Será broma, ¿no? —miré a Christian, con esperanza de que la echara a ella.

— Perdona ____(tn), pero Olivia tiene razón. Me gustaría pasar algún tiempo con ella. —me pidió con una mirada nerviosa. Asentí,  levanté de la silla y me dirigí fuera de la habitación sin decir ni una palabra.





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Matemos a Olivia aldbaldblazn.


Lo siento por la espera chicxs! :(. Pero aquí está el nuevo capitulo, además ya es suerte que haya podido subirlo ya que siempre se me borraba el capitulo cada vez que intentaba subirlo, así que hoy vengo frustrada :/.


Espero que no hayan abandonado la novela por mi tardanza.

Os quiero :*

Kisses***

sábado, 2 de agosto de 2014

Capitulo 1 ~ Segunda Temporada.

— Señorita. —escuché la voz de un hombre. Alguien comenzó a mecerme, no podía abrir los ojos. Estaba muy cansada. — Señorita, debe despertar. —abrí poco a poco mis ojos. Al principio veía todo borroso, pero poco a poco se fue haciendo claridad. Divisé la cara de Lucas, odiaba a este tío y a su padre sobre todo. — Ya hemos llegado, tenemos que salir.

Lucas Perez, es el hijo del agente que me ordenó a dejar mi país para vivir en Atlanta junto a mi padre. Sé que es ilegal vivir sola con 17 años en ____(tp), pero nadie se hubiera enterado. Creo que soy lo suficientemente madura como para poder encargarme de mi misma. El agente me había acompañado durante todo el viaje, ya que no se fiaba de mi. Debería rondar por los 22 años. Era rubio oscuro con ojos azules, bastante atractivo. No voy a mentir.

Me levanté del asiento y salí del avión sin siquiera esperarlo. Fui a buscar mis maletas.

— No debería irse sin esperarme. —dijo con autoridad.

— ¿Cuándo vas a parar de hablarme con “usted”? —me giré a encararle. —No lo soporto.

—Bien, como quieras. —se cruzó de brazos. Le miré de reojo mientras recogía las dos maletas.

— ¿Ya te puedes ir, no? Estoy aquí, no me voy a ir. —caminé arrastrando las maletas hasta la salida.

— Estaré en Atlanta un mes comprobando que todo esté bien. —me siguió y me quitó una de las maletas para llevarla él. Le fulminé con la mirada.

— Todo va a estar bien. —le contesté mientras pedía un taxi.

— No creo, por algo no querías volver con tu padre. Algo tuvo que pasar, —le miré enfurecida, él me sonrió vacilante. — y lo voy a averiguar.

— No te soporto. —le dije a regañadientes. 

— Entonces estoy haciendo bien mi trabajo.

Al final un taxi se dignó a llevarnos, le di la dirección de casa y nos llevó en un rato.  El cielo estaba completamente abierto. Ahora mismo eran las 3:00 pm, no había comido casi nada en el maldito viaje de 12 horas por culpa de la comida basura que daban. 

El taxi se movía rápido por las calles de Atlanta, había cambiado bastante desde mi última vez hace cuatro años. Pasamos por el parque del que tanto me gustaba pasar tiempo cuando vivía aquí. Sonreí con nostalgia, había tenido aquí una clase de cita con Christian. Eramos unos críos, pero sentíamos mucho. Al menos yo.

¿Estaría bien? ¿Iba en serio que estaba en coma?

Mordí mi labio con un gran nudo en el estómago. El taxi al fin paró. Miré hacia la ventanilla y vi la casa en la que había vivido muchísimas cosas. Suspiré.

— Vamos. —dijo Lucas abriendo su puerta. Lo miré con la ceja alzada. ¿Dónde se creía que iba?

—¿Perdona? ¿Has dicho vamos? —carcajeé irónicamente mientras negaba con la mirada.

— Bien, entonces te veo mañana. —dijo cerrando su puerta. Abrí la mía, pero antes de salir me dirigí al chofer.

— Te pagará él todo el viaje. —dije señalando a Lucas. El chofer asintió y miré a Lucas victoriosa. Si las miradas mataran, ya estaría muerta. 

En cuanto cogí las maletas y el taxi desapareció de mi vista, me dirigí hasta la puerta y suspiré nerviosa. ¿Habría alguien en casa en estos momentos? ¿Estarían molestos conmigo? Bueno, en realidad no deberían por qué estarlo. No les había hecho nada, y con ellos terminé bien. Incluso con mi padre terminé mejor que con Christian. Pero en estos instantes me importaba una mierda como hubiera acabado con Christian, solo quería que se encontrara bien. Estaba decidida a visitarlo al hospital en cuanto averiguara cual era.  Me toqué la cadena con el anillo, no me la había quitado desde aquella vez. 

Toqué el timbre de la puerta. En menos de un minuto me abrió Ryan. 

— Ho-hola. —sonreí con incomodidad. Ryan abrió los ojos con sorpresa, se había cortado el pelo bastante y se le veía un poco de barba por su barbilla. Había cambiado desde la última vez, y ahora estaba mucho más alto que antes, yo apenas le llegaba a los hombros. Llevaba ropa que le iba dos tallas más grande que él. Se me escapó una pequeña risa que la reprimí al instante.

— ¿Qué haces aquí, ____(tn)?  —sonrió y me abrazó con fuerza sin siquiera darme tiempo a responder. — ¿Cuánto tiempo te vas a quedar? ¿Una semana? Dime qué más. Has cambiado mucho, ¿lo sabes?—dijo mientras seguía abrazándome fuertemente. Él había cambiado solo físicamente, porque seguía igual de estúpido que siempre.

—Ry--an, no--puedo —me separé de él con todas mis fuerzas. — respirar.  —cogí aire y le miré.

— Lo siento, es la emoción. —comenzó a reír. Suspiré más calmada al saber que parecía ir todo bien con él. — Pasa. —me dejó espacio para pasar dentro de la casa. Los muebles y todo seguían igual, sonreí. 

Me senté en el sofá dejando las maletas en la entrada. Ryan se sentó a mi lado, y su cara cambió a una de preocupación.

— ¿Sabes lo de Christian? —me preguntó mirándome atentamente. Ahora sabía que no se trataba de ninguna estúpida broma, Christian estaba en coma.

Asentí intentando tragar saliva. — ¿Cómo pasó? —pregunté mirándole a los ojos intentando obtener alguna explicación.

— Se le cruzó un coche. —comentó mirando hacia el suelo. Mordí mi labio y desvié mi mirada hacia el suelo. Por mi mente pasó la imagen del atropello de mi hermana. En seguida me tensé. — Tengo pensado ir a verle en cuanto venga Justin. —me dijo y se levantó del sofá. Le miré sorprendida, ¿Justin? No tenía pensado volver a verle nunca más. Si es verdad que había leído en twitter que Ryan y Justin estaban mucho tiempo juntos y que Ryan casi siempre le acompañaba en sus viajes. Eran como hermanos.

— ¿Justin a vuelto? —pregunté intentando que no se notara mi nerviosismo. 

— Sí, a venido para visitar a Christian. —cogió mis maletas y comenzó a subir por las escaleras. — Se quedara este mes, supongo. —gritó desde arriba. Asentí con la cabeza lentamente haciéndome idea de todo. 

Justo tocó el timbre de la puerta. Me levanté convencida de quien era, y lo adiviné.

— Hey Ry-- —Justin se cortó a si mismo. Parpadeó varias veces. — ¿____(tn)?

Justin tenía el pelo corto con una gorra puesta del revés, llevaba ropa parecida a la de Ryan. Era una especie de chandal corto casi por debajo de las rodillas con una camiseta blanca gigante. Llevaba una cadena de oro puesta y unas gafas de sol negras. Estaba mucho más alto y mucho más sexy.

— Ryan está arriba. —contesté dejándole pasar. No estaba enfadada con él, puede que aun tuviera algo de rencor por lo que pasó en el pasado pero éramos demasiado pequeños como para pensar con claridad lo que hacíamos.

Justin pasó mirándome aun sorprendido. ¿Qué pasa? ¿tengo monos en la cara o qué? 

— ¿Te encuentras bien? —pregunté alzando una ceja. Justin estaba raro.

— Sí, sí. —contestó bajando la mirada hacia el suelo. 

Al fin Ryan se dignó a bajar. 

— Bien, veo que Justin sigue en shock. —carcajeó Ryan. Justin le fulminó con la mirada, yo reí. —No sabes como se puso cuando vino a Atlanta y se enteró de que habías vuelto a ____(tp). —comenzó a reír aun más. Miré a Justin intentando aguantar la risa.

— No le hagas caso. —me dijo Justin, ruborizado. 

— ¿Vais a ir al hospital en donde se encuentra Christian? —pregunté cambiando de tema. Ellos asintieron.

— ¿Quieres venir? —preguntó Justin. Asentí con la cabeza.

— Mejor que vayamos ya. —dijo Ryan abriendo la puerta. Justin y yo le seguimos y sin darnos cuenta chocamos al intentar pasar los dos por la puerta. Me sonrojé.

— Pasa. —dijo haciéndome un ademán para que saliera. Le sonreí.

Nos montamos en el coche y Ryan comenzó a conducir. Yo estaba en el asiento de atrás, Ryan conducía y Justin estaba en el asiento copiloto. El hospital no debía de estar muy lejos ya que en menos de cinco minutos habíamos llegado.
Bajamos del coche y entramos al hospital. Nuestras caras habían cambiado de estar felices por nuestro reencuentro a preocupación. Odiaba los hospitales con todo mi corazón, siempre daban malas noticias. Fuimos hacia donde se encontraba la recepcionista.

— Perdone, ¿nos puede decir en que habitación está ingresado Christian Beadles? —preguntó Justin. 

La recepcionista buscó en el ordenador y nos miró. —En la sala 302. —contestó subiendo sus gafas. —En el segundo piso, está en observación así que puede que no les dejen entrar.

— Gracias. —dijimos los tres al unísono. 

Fuimos hasta el ascensor y marcamos el número dos. Todos estábamos en silencio, sumergidos en nuestros pensamientos. ¿Qué pasaría si Christian no despertaba? Con todo esto me importaba la grandísima mierda como habíamos terminado, yo aun lo quería.

En estos cuatro años intenté rehacer mi vida amorosa pero nada funcionaba, durábamos máximo dos semanas ya que pronto yo los cortaba. Ninguno era Christian, ninguno me valía. 

El ascensor paró y abrió sus puertas. Rápidamente encontramos a Caitlin, Melody, Jasmine, Chaz, Greyson y a un pequeño niño que pude reconocer como a Matty. Habían crecido tanto... Todos se voltearon y se quedaron asombrados al verme. Agaché la mirada hacia a bajo y me acerqué hacia ellos.

— Hola. —saludé levantando mi mano. Era algo incomodo aquello.

— ¿____(tn)? —preguntaron todos a coro. 

— Um, creo que sí. —dije lentamente y luego sonreí. Ellos comenzaron a reír excepto Melody que aun me miraba sorprendida.

— ¡Has vuelto! —gritó Caitlin abrazándome. Le respondí al abrazo y luego nos separamos, tenía los ojos rojizos de haber llorado una noche entera. 

— ¿Cómo está? —le pregunté preocupada. — ¿se sabe algo? 

Caitlin negó con la cabeza y comenzó a llorar. — Hace horas que lo metieron en observación y aun no sabemos nada, ni siquiera nos dejan ir a verlo. Mis padres acaban de ir a la cafetería, están demasiado cansados de toda la presión.

— N-- —la voz de Melody me cortó.

— Tranquila Caitlin. —le animó Melody. Chaz, Jasmine, Greyson y Matty fueron a intentar tranquilizarla, dándome la espalda. 

Fui a sentarme en los asientos algo más apartada de ellos. Sentí como alguien ponía su mano en mi hombro.

— ¿Qué te pasa? —preguntó Justin sentándose a mi lado. Le miré y negué.

— Nada. — esbocé una sonrisa levemente. — Es que estoy preocupada por Chris. —en parte era verdad, pero la otra era que me sentía una extraña entre ellos.

— Vamos ____(tn), cuando comenzamos a salir también te guardabas tus problemas dentro. Déjate ayudar. —sonrió levemente dándome apoyo. Le miré a los ojos y suspiré.

— Es solo que siento que ya no encajo entre ellos. —le toqué la mejilla y sonreí levemente. —Habéis cambiado tanto... —me aparté un mechón de pelo que me caía sobre el ojo. 

Justin esbozó una sonrisa. — Todos hemos cambiado, incluso tú. —susurró acariciándome el brazo. Yo no me veía cambiada, tan solo me corté un poco el pelo y puede que llegara a madurar un poco. Pero por todo lo demás era igual, ¿no?

La puerta de la habitación de Christian se abrió y salió una enfermera de dentro sujetando una carpeta.

— ¿Y bien? —preguntó Caitlin levantándose del asiento. 

La enfermera la miró preocupada. — Sigue en coma, pero las pruebas afirman que despertará pronto. —dijo mirando la carpeta. Abracé a Justin con alegría y éste me miró sonriente. La enfermera frunció el ceño. — El golpe fue fuerte, y puede que despierte con efectos. —tragué saliva.

— ¿Qué clase de efectos? —preguntó Caitlin.

— Pérdida de memoria. —contestó. Me estremecí. Caitlin se llevó la mano a la boca, asustada y Melody la abrazó. Se escuchó un sollozo, miré para ver de quien venía y vi a los padres de Caitlin. No sabía cuando habían llegado pero debía ser muy duro para ellos.



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Hola! Aquí teneis el primer capitulo. Los próximos no los publicaré hasta tener algunos completados y así poder subir seguido.

pd: Gracias por vuestros comentarios aldbalbds *-*.

Kisses***.

miércoles, 30 de julio de 2014

Sinopsis «Hope» 2ª Temporada.

____(tn) se fue de Atlanta con el propósito de olvidar todo lo que había vivido allí. Se fue de la peor manera que alguien podía llegar a imaginar.


Tras 4 años viviendo en su país, su abuelo fallece y le ordenan volver a Atlanta. 

Recibe la noticia de que Christian, su primer amor verdadero, a sufrido un accidente y se encuentra en coma junto a un mensaje del anónimo desconocido.


¿____(tn) volverá a sentir algo por Christian? ¿Qué pasaría si éste despierta, pero no recuerda nada? ¿Y si Justin vuelve para conquistarla? ¿Descubrirá de quién proviene los mensajes? ¿Correrá el peligro de averiguar el por qué su madre abandonó su familia? 





SEGUNDA TEMPORADA DE BELIEVE.



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Comenzaré a subir capítulos en cuanto tenga algunos hechos y así subir más seguido. 


Kisses *** 😘.

miércoles, 23 de julio de 2014

SEGUNDA TEMPORADA.

Hola chicxs! Quería informar -por si alguna aun no se a dado cuenta- que esta novela tendrá segunda temporada. El nombre de ésta será « Hope ». 

Publicaré la sinopsis la semana que viene, y mientras pondré en reformas ésta para quitar los fallos que he podido tener -sobre todo el principio, que lo comencé con 11 años- y cambiar mi forma de exponer los diálogos. 


En lugar de así,


Yo: Te quiero -dije entre lágrimas.


Chris: Ok. -contestó indiferente.


Será así,


— Te quiero. —dije entre lágrimas.

— Ok. —contestó Chris indiferente. 


No cambia mucho, ¿pero veis a lo que me refiero, no? 



Ah, y lo más importante: 


Quiero agradecer a todas las lectoras que me han apoyado siempre, comentando y votando en cada capitulo que subía. A esas que me ponían que amaban mi novela. En serio, os lo agradezco muchísimo. Puede que no os conteste muchas veces, más bien porque no sé como hacerlo ya que me tocáis la fibra sensible, pero os JURO que los leo todo. Oh bueno, y gracias, MUCHAS gracias por seguir ahí la mayoría de veces que tardaba siglos en subir capitulo. 


Si tenéis algún problema u os sentís mal tan solo enviadme un mensaje y yo os intentaré ayudar de la mejor manera que pueda. No me gusta ver mal a mis lectoras :/.


Si tenéis alguna pregunta podéis ir a mi ask. Respondo a todo.

Epílogo ~ Novelas de Christian Beadles & Tú.

— Que en paz descanse. —bendijo por última vez el cura a mi abuelo, antes de meterlo bajo tierra. Mis lágrimas no paraban de salir, mi único abuelo había muerto hacía apenas dos días. No podía entender el por qué Dios me lo hacía pagar de esta forma. 


Todos los que habían asistido al funeral se levantaron de los asientos del cementerio y comenzaron a darme el pésame. Era lo único que me quedaba en _____(tp) y ya no iba a estar más aquí conmigo. Ya no tenía a nadie.


— ¿_____(tn) ______(ta)? —me giré para ver quien me llamaba. Un hombre con traje gris y unas gafas de sol se acercó a mi. 


— Sí, yo misma. —lamí mis labios esperando su pésame, como todos.


— Soy Daniel Perez, agente del FBI. Lamentamos la muerte de su abuelo. — asentí con la cabeza para dar por finalizada la conversación. Él en cambio siguió. — Tengo entendido que ya no tiene a nadie más en este país con el que residir, y con su edad no podemos dejarla viviendo sola. 


— Tengo casi 18, puedo cuidarme perfectamente. —me quejé. 


— Entienda que no podemos hacer eso. —dijo quitándose sus gafas de pasta negra. Suspiré.


— ¿Me van a llevar a un orfanato? —sonreí sarcásticamente. El hombre negó.


— No. Por lo que tenemos entendido, tienes a tu padre vivo en los Estados Unidos. —abrí los ojos como platos. No iba a volver ahí, no por favor. Había pasado 4 años desde que me fui de Atlanta, no podían hacerme esto.


— No, no quiero volver con mi padre a Atlanta. —dije desesperada. — ¿No hay otra forma para quedarme? —le miré con esperanza. 


— Lo siento mucho. Su padre ya a sido avisado. —volvió a ponerse las gafas. — Mañana a las nueve le pasará un coche a recoger para llevarla al aeropuerto. No tarde. 



Salí del cementerio y cogí un taxi para volver a casa. Estuve prácticamente media hora intentando que un maldito taxi se dignase a parar. Al fin, la suerte quiso concederme un poco de su poder y un taxi se paró.


Le di la dirección y miré los mensajes que tenía en el whatsapp, eran de compañeros de clase. El taxi paró en la avenida, salí del coche y le di el dinero que le debía. 


Busqué desesperadamente las llaves para entrar al portal de casa, no las encontraba en el maldito bolso. ¿Por qué tenía que ser tan grande? 


Claramente hoy no era mi día.


Al fin encontré las llaves y pude entrar. 

Esperé al ascensor y cuando llegó me metí y apreté el piso 2. El ascensor subió y después de unos cuantos segundos abrió sus puertas. Salí del agobiante lugar y entré en casa. Se veía fría y solitaria sin él. Dejé el bolso en la mesa de la cocina y me senté en una de las sillas de al rededor. Cogí la laptop, estaba encendida y tenía una conversación de skype en espera. Miré para saber quien era y vi que ponía Melody Lopez. Abrí los ojos sorprendida al ver a mi antigua amiga esperando para tener una conversación por skype conmigo. 


Hacía casi tres años que no había vuelto a hablar con ninguno de ellos. Tan solo hablaba con mi padre, ya que es mi padre... aunque muy pocas veces. El primer año que me fui había hablado casi todos los días con ella y con los demás. Pero poco a poco teníamos menos conversación, no sabíamos de que hablar entre nosotras y así fue como fuimos perdiendo contacto.


Acepté la conversación.


Yo: ¿Hola? -saludé. Vi que ponía en su chat « escribiendo... »


Melody Lopez: Hola ____(tn), debo decirte algo. -miré extrañada la pantalla. ¿Qué sería? A lo mejor se había enterado de la muerte de mi abuelo y quería darme su pésame.


Yo: Dime. -contesté. Otra vez su odioso « escribiendo... ». 


Melody Lopez: Puede que ya ni te acuerdes de los que estamos aquí, pero nosotros de ti sí. Sé que te fuiste de aquí con una mala despedida con Christian. -tragué saliva. Hacía apenas cuatro años que no volvía a escuchar, en este caso a leer, su nombre. - Me lo contó todo. Ahora, no sé si tu rencor u orgullo de mierda te ha dejado aun algún sentimiento por él escondido. 


Yo: No sé a que viene todo esto. No estoy de humor. -escribí para que cortara el royo.


Melody Lopez: Christian a tenido un accidente de coche. Sus golpes fueron graves, está en coma. -su conexión se apagó. Un grito ahogado junto con una lágrima comenzó a caer por mi rostro. Me había dejado colgada con esa noticia. No podía ser verdad todo esto, sería una broma de mal gusto que habrían quedado en hacer para verme sufrir desde la otra punta del mundo. Sí, sería eso.


Mi móvil vibró. Era un mensaje.


De: Desconocido.


¿Ya te dieron la noticia, perra?

Capitulo 33. FINAL. ~ Novelas de Christian Beadles & Tú.

Final.





...


Cuando llegó Jasmine comenzamos a ver las películas alquiladas hasta que dieron las dos de la madrugada y decidimos ir a dormir. 



Sabado 22 de Noviembre, 12:30 am.


El cumpleaños de Christian. Sabía, y tenía más que claro, que no me iba a ir de Atlanta sin hablarme con él. Quería terminar todo bien, como debía ser. 


Yo: Gracias. -sonreí mientras cogía la bolsa que contenía una pequeña cajita que me tendía el dependiente. 


Era el regalo de Chris. Melody me había dicho que Chris iba a celebrarlo con una gran fiesta en su casa ya que sus padres estaban de viaje junto a su hermano Matty. No me había invitado, estaba molesto conmigo. Puede que hasta me odiara. 


Suspiré y salí de la tienda. Caminé por las calles llena de gente comprando o dando un pequeño paseo con su familia. A lo lejos habían bastantes personas formando un círculo. Me acerqué para observar de que se trataba aquel barullo. 


Me metí por en medio de aquellas personas para poder ver mejor hasta quedarme en la primera fila. Eran tres tipos de piel oscura con cadenas, gorras y pantalones tres tallas más grandes que ellos con un caset de música en el suelo. 


John: Muy bien, yo soy John -dijo el de en medio señalándose a él mismo. - Éste es Marcus -señaló al de su izquierda - y por último pero no menos importante Jackson. -señaló al de su derecha. - Queremos a un voluntario o voluntaria que se atreva a seguir nuestros pasos. -miró hacia las personas y paró su vista en mi. - Tú chika. -dijo en español esto último mientras me señalaba. Reí divertida negándome.


Marcus: Vamos chika, no seas aburrida. -encendió la música y comenzaron a bailar pasos de hip hop y algunos de breakdance. Sonreí al ver que aquello podría hacerlo.


Jackson: ¡Venga todos a animarla! -gritó por encima de la música. Alguien de atrás me empujó hacia el centro. Me giré y vi a Chris con una media sonrisa. Se cruzó de brazos con aire indiferente. Le miré sorprendida y el comenzó a reír. ¿Qué hacía él ahí?


John: Venga unos pasos fáciles. No te lo vamos a poner difícil por ser una chica. -alcé una ceja y puse los brazos en jarra.


Yo: ¿Perdona? Creo que podré seguiros sin ningún problema siendo chica. 


Marcus: Eso ya lo veremos chika. -cambió la música a una mejor y comenzó a dar palmadas. El publico comenzó a seguirle las palmadas.


Jackson: Leggo! -dijo dando palmas. Dejé la bolsa con el regalo de Chris al lado del radiocaset.


Me puse a un lado de John y comencé a ver como hacían unos pasos simples de hip hop. Terminaron y me lanzaron una mirada de que me tocaba a mi. Los imité y les mandé la misma mirada. El público comenzó a aplaudir. Me mordí el labio para ocultar una sonrisa. Parecía una pelea de street dance. 


Ellos hicieron esta vez unos pasos más complicados junto con pasos básicos de breakdance entre ellos el six step que era uno de los más fáciles en el breakdance. De nuevo los imité y añadí unos pasos más. El público comenzó a silbar mientras aplaudían. 


John, Marcus y Jackson me miraron sorprendidos y volvieron a bailar mezclando funky entre hip hop y breakdance. Jackson hizo una voltereta en el aire, luego cayó de rodillas en el suelo e hizo unos cuantos pasos más de breakdance. Hice una mueca negando la voltereta. Estos chicos sabían muchísimo, pero lo que no sabían era que yo prácticamente era experta en baile urbano. Los imité, pero en la parte de Jackson en lugar de hacer una voltereta hice uno de los pasos más complicados que tiene el hip hop terminando con un freeze. Todo el público comenzó a gritar, a silbar y a aplaudir. Miré con la respiración agitada hacia Chris y lo vi aplaudiendo y silbando. Reí y me levanté. Choqué la mano con John.


John: Gran batalla. -sonrió y se puso la gorra del revés. - Tienes nuestros respeto. 


Marcus: Exacto. ¿Cómo sabes tanto, chika? -preguntó sorprendido. Me crucé de brazos y reí. Miré hacia mi derecha y vi como Jackson pasaba con la gorra por las personas ganando así dinero.


Yo: Bueno, soy campeona de ____(tp). -me mordí el labio nerviosa. 


Marcus: Esto explica todo. -rió, me uní a él.


Jackson: Ya está bros. Hemos conseguido suficiente pasta para una semana gracias a esta chica. -puso su mano en mi hombro y sonreí. Me agradaba saber que había ayudado. - ¿Cual es tu nombre? 


Yo: Soy ____(tn). -dije mientras cogía la bolsa del regalo.


John: Encantados. -se cruzó de brazos mirándome. - Estamos en deuda contigo, cualquier cosa ya sabes. Siempre estamos por este barrio. -asentí y sonreí.


Marcus: Ya nos veremos chika. Ahí te espera tu novio. -se fueron y me giré confundida. ¿Mi novio?


Me tensé al ver que quien me estaba esperando era Christian. Pensé que ya se habría ido. Decidí acercarme a él.


Yo: Hola. -lamí mis labios y miré hacia abajo.


Chris: Has estado estupenda. -sonrió mientras se tocaba nervioso el pelo. 


Yo: Gracias. -levanté la mirada para mirar hacia la calle.


Chris: Me preguntaba si querrías venir esta tarde sobre las siete a mi casa. Celebro una fiesta por mi cumpleaños. -sonrió esperando una respuesta.


Yo: Claro, iré. -sonreí. 


Chris: Bien, entonces te espero esta tarde chika. -dijo con aire latino. Reí y asentí mordiéndome el labio. Se giró para irse.


Yo: Ah Christian... -me miró. - Felicidades. -le besé la comisura de sus labios y me fui. Pude escuchar a lo lejos un “¡Gracias!” por su parte.



Antes de llegar a casa me fui a comprar un vestido para su fiesta. Cuando llegué a casa fui directa a mi habitación y justo sonó el móvil.


Yo: ¿Greyson? -pregunté como modo de saludo, aunque la verdad es que me parecía extraña su llamada.


Greyson: Hola ____(tn), tengo noticias. -su voz parecía algo nerviosa. Fruncí mis cejas.


Yo: Dime. 


Greyson: Tu vuelo a sido modificado por el temporal se previene. -se me escapó un grito ahogado.


Yo: ¡¿Cómo?! -pregunté. 


Greyson: Lo han cambiado a esta noche. A las doce tienes que estar en el avión. -dijo. Le podía notar nervioso. Suspiré tranquila. Pensé que no me podría marchar.


Yo: Está bien, no hay problema. -mordí mi labio.


Greyson: ____(tn), sabes que no tienes por qué irte. -me dijo junto a un suspiro. Sabía que algo tenía por su cabeza. Bufé y negué con la cabeza molesta.


Yo: Quiero irme Grey, y no hay nada más que hablar. -colgué. 


Dejé el móvil en mi cama y justo sonó un mensaje. Seguro que sería Greyson de nuevo.

Cogí el móvil y miré de quien provenía. Número privado.


De: Desconocido.


¿Cómo se siente el tener una madre que te abandone y te deje sola con un hombre con problemas de bebida? Pobre perra.


Miré nerviosa la pantalla del móvil. ¿Qué clase de broma es esta? Porque la verdad es que no me hacía ninguna gracia. 


Volví a dejar el móvil sobre la cama. ¿Quién sabía sobre lo de mi madre y los problemas de mi padre? Tan solo Ryan, Charlie, Jasmine y Melody. Nadie más. Bueno, Chris sabía sobre mi madre, pero nada de lo que pasó con mi padre aquel día. Ninguno de ellos me enviaría un mensaje de ese tipo. 


Decidí darme un baño de espuma para pensar con claridad. Me quité la ropa y me metí en la bañera.


Ninguno de ellos me haría algo así. Puede que ellos sin darse cuenta se lo contaran a alguien y ese alguien me odiara o... puede que una persona me odie y se haya hecho pasar por mi amiga para arruinarme la vida sin que yo sospeche.


Jasmine.


No, no puedo culparla sin tener pruebas apenas. Además, ella es buena persona, no me haría nada parecido.


O sí.


Lo mejor era preguntarlo antes de sacar conclusiones precipitadas como estaba haciendo.


Terminé de darme el baño y me vestí. Me sequé el pelo, me hice una cola alta y me puse cacao en los labios. A la tarde me arreglaría para la fiesta de Chris.

Cogí el móvil y me lo guardé en el bolsillo de los shorts. Bajé las escaleras y fui hacia la mesa en donde se encontraba Charlie y mi padre.


Yo: Hola Charlie, ¿cuando está la comida? -pregunté impaciente. Mientras que me había estado vistiendo había decidido ir a preguntarle a Jasmine u a intentar sacar algo para saber si de verdad había sido ella.


Papá: Ya está hecha. -dijo mientras me miraba. Lo ignoré y seguí mirando a Charlie para que me respondiera ella. Charlie nos miró y suspiró.


Charlie: Siéntante, ahora te sirvo. -dijo yendo hacia el horno. Olía a lasaña de espinacas, sonreí. Sin carne, me encantaba.


Yo: Huele genial. -miré al rededor. - ¿Y Ryan? 


Charlie: Eso me pregunto yo. -suspiró y puso el plato junto los cubiertos y el vaso sobre la mesa. Me levanté y cogí una botella de Fanta de la nevera. Me senté en la silla y comencé a comer.


Yo: ¿No sab--? -justo se abrió la puerta y entró Ryan.


Ryan: ¿Por qué huele a verdura chamuscada? -preguntó y se sentó a mi lado. Me metí un trozo de comida en la boca, él me miró con una mueca de asco. - Ahora lo entiendo. ¿Qué tenéis todos en contra de la carne? 


Charlie: Sabes que _____(tn) es vegetariana. -dijo mientras le daba a Ryan su plato.


Yo: No entiendo como te puede gustar matar a los animales y luego comértelos. -miré a Minnie que estaba en el salón tumbada- Imagínate que te comieras a la pobre Minnie.


Ryan: Los chinos se comen a los perros, seguro que saben mejor que esto. -dijo masticando la lasaña con desagrado.


Yo: Como puedes ser tan insensible. -le miré molesta. Él me enseñó la comida de su boca. - Eres un guarro y un inmaduro. 


Ryan: Yo también te quiero.



Cuando terminé de comer fui directa a casa de Jasmine. Tenía que ir rápido para no llegar tarde a la fiesta de Christian. Él de alguna forma había decidido darme una oportunidad para quedar bien con él.


Toqué el timbre de su casa. Estaba nerviosa, para que negarlo. ¿Y si descubría que era ella? o ¿y si no era ella y el maldito o maldita seguía haciendo de sus bromas? No sé que era peor.

Se abrió la puerta.


Jasmine: Oh, hola ____(tn). -sonrió y me abrazó. 


Yo: Hola Jas. -suspiré. 


Jasmine: ¿Qué te pasa? -me preguntó. Parecía preocupada. ¿Alguien que me odia se preocuparía por mi? No lo creo. Pero como he dicho, tan solo parecía. - Entra dentro, acabo de terminar de comer.


Yo: Gracias. - entré y nos dirigimos a su habitación. Me senté en un sillón morado que tenía, siempre que iba a su casa me sentaba en el sillón morado. Me encantaba y encima era cómodo.


Jasmine: Bien, ahora cuéntame. -se sentó en su otro sillón, éste era rosa.


Yo: ¿Alguna vez has odiado tanto a alguien como para enviar mensajes con cosas hirientes? -pregunté mirándole a los ojos. Ella me miró aun más preocupada.


Jasmine: Oh dios mío, no. -le miré atentamente. Tenía el presentimiento de que decía la verdad y que podía confiar en ella. - ¿Alguien te hizo eso?


Yo: No, no tranquila. -le dije. No quería preocupar a nadie, puede ser que ya no recibiera ningún mensaje más.


Jasmine: Oh bueno, está bien. -sonrió más tranquila.- ¿Irás a la fiesta de Chris? -preguntó cambiando de tema. Sonreí mientras asentía.


Yo: Me a invitado esta mañana. -miré el reloj. 4:30 pm. Di un pequeño grito ahogado.- Oh dios, no me dará tiempo a arreglarme. -dije levantándome. Jasmine comenzó a reír. 


Jasmine: Cierto, tienes que prepararte para ver a tu príncipe. -me sonrojé y ella volvió a reír.


Yo: No hace gracia. -la miré seria pero al rato comencé a reír junto a ella. - Tú irás a la fiesta, ¿verdad?


Jasmine: Sí. -se levantó del sillón. - ¿Te veo allí?


Yo: Claro. -me despedí de ella y salí de su casa.


Corrí para llegar a casa lo antes posible. Al llegar subí las escaleras directa a mi habitación. No tenía tiempo para hablar.


No tenía pensado ducharme de nuevo, pero al venir corriendo decidí que sería mejor ducharme otra vez. 


Me duché rápidamente. Me puse una toalla por el cuerpo y otra en el pelo. Me puse la ropa interior y me comencé a maquillar. Me hice sombras oscuras en los párpados, con el eyeliner me hice una fina linea que terminaba más allá del ojo. Luego me ricé las pestañas y me eché rímel. Me coloqué un poco de corrector en las ojeras que llevaba y base. Me puse polvos claros para que mi cara no quedara tan brillante y blosh rosa claro en los pómulos. Me pinté los labios de rosa palo y las uñas.


Me sequé el cabello y me hice unas ondulaciones por las puntas. Decidí coger el flequillo y unirlo atrás con un lazo blanco. Por último me coloqué el vestido celeste tirando a turquesa; por detrás era más largo que por delante y llevaba un fino cinturón por encima de la cintura. Me puse unos tacones no muy altos a juego con el cinturón para contrastar. 


Miré la hora, 7:10. Solté un grito. Llegaba tarde, nunca he llegado tarde a nada y ahora lo iba a hacer. Justo en la fiesta de Christian.


Cogí un pequeño bolso que quedaba bien con el cinturón y los zapatos, y me metí el móvil y el regalo de Chris en él. Me eché perfume y salí corriendo como pude por las escaleras. 


Menos mal que la casa de Chris quedaba en la otra calle tan solo. 


Llegué a casa de Chris exactamente a y veinte. Toqué el timbre y suspiré. Me abrió Caitlin con una enorme sonrisa, que poco a poco se le fue haciendo más pequeña hasta mostrar una mueca de asombro.


Yo: Lo siento, no he podido venir antes. -me disculpé. Ella negó quitándole importancia. 


Caitlin: Estás preciosa ____(tn). -dijo aun sorprendida. Sonreí levemente notando como el color subía por mis mejillas. - ¿Chris al final se dignó a invitarte?


Yo: Sí. -sonreí mirando hacia el suelo. La música se oía fuerte y veía a bastante gente del instituto a través de la puerta.


Caitlin: Oh, lo siento. -dijo riendo y se apartó de la puerta.- Pasa, Christian estará por allí. La fiesta es en el jardín.


Yo: Gracias Cait, pensé que no volvería a hablar contigo. -sonreí y entré. Caitlin me abrazó.


Caitlin: Hicimos mal en enfadarnos contigo, pensábamos que te gustaba este lugar tanto como a nosotros pero no tuvimos en cuenta que tu amas ____(tp) y quieres volver al sitio donde naciste. Yo haría igual. -me dijo y cerró la puerta.


Yo: De nuevo gracias, Caitlin. -sonreí.


Fui al jardín justo cuando Christian estaba dando un discurso en el escenario, y todos estaban en silencio. Sentí como mis mejillas se ruborizaban al sentir las miradas de todos, incluida la de Chris.


Chris: ... em... -se tocó el pelo nervioso. Sonreí.- Bueno... como iba diciendo, algunas veces la vida te presenta a personas que llegan a dar un fuerte vuelco a tu forma de vivir. -se lamió los labios y me miró directamente.- Estás acostumbrado a la rutina de seguir las estúpidas normas, pero llega esa persona que parece que no le importa nada, que se lleva como el perro y el gato con su hermanastro -reí y vi como se le formaba una sonrisa- pero que te roba el corazón con tan solo una sonrisa. La puedes conocer de la manera más inoportuna, como por ejemplo ayudándote a recoger unas latas de redbull del suelo. -los invitados comenzaron a reír inclusive yo al recordar la primera vez que hablamos. - En serio, debéis probar a tirar las latas de redbull delante de una chica guapa. Funciona. -todos comenzamos a reír. No sabía que las había tirado a posta.- Y bueno, esa persona llega en el momento que menos te lo esperas, y a mi me a llegado este verano. -miró a los invitados y luego volvió a dejar su mirada en mi- Pero igual que viene, se va. Y yo estoy a punto de perder a la chica que a robado mi corazón con tan poca edad. -mordí mi labio. No podía evitar sentirme culpable. - Pero así es la vida, ¿verdad? -sé escuchó un “sí” por parte de los invitados. 


Yo: ¡Yo creo que no! -dije. Todos se quedaron mirándome. Di unos pasos hacia delante.- Puede que la chica que te gusta se tenga que ir, pero eso no quiere decir que no os vayáis a ver más. Eso no quiere decir que la vayas a perder, porque te puedo asegurar que esa chica está loca por ti y eres muy importante en su vida, y en algún momento la vida os volverá a juntar. Tan solo tienes que creer. -se escucharon aplausos.


xxx: ¡Sí, tiene razón! Christian no pierdas la esperanza, tío. ¡Tienes que creer! -se escuchó a un chico a lo lejos. Luego se unieron todos gritando «¡Cree!» formando un gran alboroto . Sonreí al ver todo lo que habíamos formado. Christian bajó del escenario aun con el micrófono en la mano.


Christian: Tenéis razón, debo creer. -sonrió y se acercó hasta ponerse en frente de mi. -¡Will ponme una lenta! -gritó al chico de la mesa de mezclas. Le dio el micrófono a uno que se encontraba al lado- ¿crees que ella me concedería este baile? -puso sus manos al rededor de mi cintura.


Yo: Creo que ella lo aceptaría con mucho gusto. -coloqué mis brazos sobre sus hombros rodeando su cuello.


Comenzamos a bailar la música lentamente. Sonreí mirándole a los ojos y el me devolvió la sonrisa. Acercamos nuestras cabezas hasta ser una respiración sola, pero rápidamente me separé. 


Yo: Lo siento, no quiero sufrir tanto al irme. -suspiré mirándole a sus ojos caramelo- Prefiero no... prefiero dejarlo así, tal y como estamos ahora. 


Chris: Te entiendo, yo también. -sonrió levemente. Le besé en la comisura de los labios. - Puedo vivir con eso. -comenzamos a reír. 


La canción terminó y decidí que era el momento perfecto para darle mi regalo. Le llevé a una esquina solitaria de su gran jardín y abrí mi bolso para coger la pequeña caja. Se la entregué.


Chris: No debías haberme comprado nada. -me acarició la mejilla. Sonreí.


Yo: Pero quería hacerlo. Ahora ábrelo. -le dije impaciente. Chris abrió la pequeña caja y de ahí sacó una cadena de plata con un anillo como colgante. En él estaba grabado la palabra «Forever» con nuestras iniciales. El abrió los ojos sorprendido. Saqué de mi bolso otro collar igual al de él y me lo puse. - Yo también tengo uno. - saqué la lengua divertida.


Chris: ___(tn)... -dijo mirándolo. S acercó a mi y me besó. Me pilló por sorpresa la verdad, pero no le iba a negar lo que tanto tiempo estuve esperando, así que le seguí el beso. Nos separamos cuando la respiración se interpuso entre nosotros. - Lo tenía que hacer. 


Yo: Gracias a Dios que lo hiciste, creí que me iría hoy a ____(tn) sin un beso tuyo. -reímos los dos y le abracé.




Christian se puso la cadena y nos juntamos con todos. El DJ comenzó a poner canciones movidas y todos comenzamos a bailar como locos. Yo y Chaz hicimos un baile bastante estúpido, pero fue divertido. Al principio todos nos miraban riendo pero terminaron por bailar como nosotros. 


Fui al baño para retocarme el maquillaje. Miré la hora, 11:15. Tenía que irme ya, iba a perder el vuelo. Suspiré y salí del baño. Fui al jardín y me despedí de todos con abrazos y besos. Chris no estaba entre ellos, pero Caitlin me dijo que estaba dentro de la casa, así que de camino a la puerta iría. Melody no me dejaba escapar de su abrazo y lloraba como loca. Después todos comenzaron a llorar y se me escaparon algunas lágrimas. Ryan me abrazó y me levantó hacia arriba para que no pudiera salir e irme. Jasmine, Melody y Caitlin me prometieron hacer videollamadas y luego Chaz y Ryan se unieron también al tema de las videollamadas. Hasta que al final me tuve que ir para buscar a Christian, ya que sino perdería el avión. Escuché la voz de Chris en el pasillo, fui hasta allí para poder despedirme de él de una buena manera.


Cuando llegué me encontré con lo peor que podía encontrarme hoy. Christian y Brogan se estaban besando. 

Christian podía haber apartado a Brogan para separarse, pero no lo hizo.

Mis lágrimas comenzaron a caer sin parar, lo peor es que no podía dejar de mirar aquella escena. 


Brogan: Ahora dime la verdad, ¿te gustó mi beso? -preguntó cuando se separaron. Esperé a que Christian diera la respuesta. 


Chris: Sí. -llevé mis manos sobre mi boca. Las lágrimas no podían parar de salir, sentí como mi corazón se iba partiendo a cachos por cada segundo que pasaba. 


Brogan: Oh, hola ___(tn). -me saludó con malicia. Christian se giró con asombro a mirarme.


Yo: Yo... -me limpié las lágrimas, pero el intento era en vano ya que volvían otras. - yo tan solo quería despedirme. Ya me voy a ____(tp). -salí corriendo de su casa y me monté en el coche de Charlie que me esperaba en la entrada de la casa. 


Papá: Hola cariño. -sonrió. Fruncí el ceño, había quedado con que Charlie me llevaría.


Chris: ¡___(tn), espera! -gritó mientras salía corriendo hasta la entrada. 


Yo: Papá, arranca ya si quieres que te perdone y te llame todos los días. -mi padre me hizo caso sin pensárselo dos veces.


Dejé a Christian plantado en la carretera.



•••



Pasajeros con destino a ____(tp), pueden ir dejando sus asientos.”


Me levanté del asiento medio dormida, la noche estaba oscura y no había ninguna estrella en el cielo. Salí del avión y entré en el baño del aeropuerto. Me miré en el espejo, no sé cuantas veces me había limpiado el maquillaje en el avión, pero era en vano todo ya que seguido volvía a llorar.


Fui a buscar mi maleta y salí del aeropuerto. Vi a mi abuelo a lo lejos con su viejo toyota aparcado en doble fila. Sonreí ampliamente al verlo. Hacía demasiado que no le veía.


Yo: ¡Abuelo! . -grité mientras corría a abrazarle. El comenzó a reír mientras me abrazaba fuertemente. 


Abuelo: Que grande estas cariño. -me dijo con su voz tan familiar que te hacía estar a gusto junto a él.


Yo: Sí bueno, he pasado por mucho estos meses. -le di la maleta a él para que la guardara. Me subí en el asiento delantero del coche. Él también se sentó en su asiento y comenzó a conducir. Me agradaba volver a hablar en español. Me agradaba volver a estar en ____(tp). 


Abuelo: Veo que tienes mucho que contarnos a la abuela y a mi. -sonrió. Miré hacia la venta y asentí. No sabes cuanto, abuelo. No sabes cuanto.




Y es que muchas veces las personas no están hechas para estar juntas y ésta historia era un claro ejemplo de ello. Christian y yo habíamos sido mucho en muy poco tiempo, y todo trae consecuencias que se van pagando poco a poco. Se podría decir que nuestra historia terminó de la manera más amarga, pero, ¿quién dice que esto es un final y no un hasta luego?





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Hola chicxs! Éste es el capítulo final de la novela, asdfghjkl. Pronto subiré el epílogo y así la podré dar como terminada. En la entrada del epílogo ya explicaré como haré todo para que estéis enteradas y no perdáis ningún detalle. Lo más seguro es que publique el epílogo hoy a las 11:00 pm (hora española). 


PD: Este capitulo debía haber sido publicado ayer, pero no sé que pasó que se borró y recién me di cuenta. 


#BelieveWPT2



Kisses***.