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jueves, 26 de julio de 2012

Capitulo 3 ~ Novela de Christian Beadles & Tú

____(tn)'s Point Of View:


- Ya hemos llegado. -avisó al fin Ryan, apagando el motor del coche.


- Genial. -comentamos Melody y yo en coro.


Salí del coche, y observé la enorme casa en la que iba a vivir. Había un gran jardín verde que hacia ver encantadora la entrada. Melody se puso a mi lado mientras Ryan intentaba llevar las maletas de una forma torpe.


- ¡Es alucinante! -gritamos ilusionadas al ver la preciosa casa por fuera.


- Sí, no está mal. -comentó Ryan con esfuerzo por las maletas. - Ahora, cada una lleva sus maletas. -dijo dándonoslas.


Puse los ojos en blanco. - Eres un flojo. -le dije cogiendo mi maleta.


- Como sea. -buscó algo que debían ser las llaves. - Ahora os mostraré vuestras habitaciones. -me miró seriamente. - Y luego vendrán unos amigos, no molestéis. 


- ¿Por qué solo me miras a mi al decirlo? -le pregunté alzando una ceja, indignada.


- Porque a ti te conozco, y eres capaz de joder todo. -comentó abriendo la puerta. Le eché una mirada asesina. - Y cámbiate, me das calor nada más verte. 


Ignoré su comentario, aunque la verdad es que tenía demasiada calor con los jeans largos.


Al entrar dentro me quedé aun más asombrada que antes. Si por fuera ya me había parecido grande, por dentro era inmensa. La entrada daba directa a la sala principal. A la izquierda podías ver el salón, junto una enorme isla que separaba la cocina. Los colores eran blancos y negros, lo que lo hacían todo de una forma bastante acogedora. Justo si levantabas la vista de donde nos encontrábamos podías apreciar unas preciosas escaleras cristal, que suponía que subían hasta el pasillo donde estarían las habitaciones ya que Ryan nos condujo hasta allí.


Al subir, el pasillo era extremadamente largo. En las paredes que separaban las puertas, estaban colgadas marcos de fotos en los que aparecía Ryan, Charlie y el hombre que imaginaba que sería su padre. 


Nunca he llegado a saber que pasó con su padre, tan solo me contaron, que un día como otro, cuando Ryan tenía 8 años como edad, el padre pidió el divorcio a Charlie. Charlie ganó la custodia de Ryan en los tribunales, y ya no volvieron a saber nada de él.


Entramos en la tercera puerta blanca del pasillo derecho. Sin palabras.


- Oh dios mío. -conseguimos decir, Melody y yo, antes de gritar como locas.


Era una habitación increíble. El suelo era como una especie de alfombra blanca con gris, la cama se encontraba en el centro con unos escalones para subir, ésta era redonda. Tenía un escritorio blanco en donde se posaba una hermosa lámpara de escritorio, morada. La decoración también era morada, y habían cuadros de unas siluetas bailando. Habían estanterías en donde habían pequeñas decoraciones de cristal, y también estantes en donde se posaban encima unos marcos sin fotografías. La habitación daba a dos habitaciones más, una con una puerta, que imaginé que sería el baño, y otra sin puerta en la que se veía perfectamente un espacioso vestidor. Nunca había visto una habitación de este tamaño tan amplio, tan solo en películas. En ___(tp) no suelen hacer este tipo de casas.


- Es todo tuya, ____(tn). -me dijo, Ryan, sonriendo victorioso por mi reacción. - Todo de niñas pijas, justo a tu gusto. 


- Imbécil. -le insulté en mi defensa. - Pero en algo si has acertado, -me miró sorprendido por darle la razón en algo. - es justo a mi gusto.


- ____(tn), ya puedes dar por hecho que residiré en tu habitación siempre. -me dijo aun observando cada rincón de la habitación. Reí. 


Dejé las maletas en una esquina, ya colocaría todo más tarde. Tenía tiempo suficiente. 

Fuimos a ver la habitación de invitados en la que estaría Melody por estas dos semanas. Estaba a dos puertas de mi habitación.


Las paredes eran beish junto con accesorios negros brillantes. La cama era claramente de matrimonio. Encima del cabecero había colgado un gran cuadro de un paisaje en blanco y negro, que ocupaba casi toda la pared. También tenía vestidor y baño.


- ¡Niña, déjame vivir en esta casa siempre! -me gritó Melody. Ryan la miró con una expresión divertida, que para mi tan solo significaba que mi mejor amiga, era su nuevo objetivo.


- ¿Qué es niña? -preguntó Ryan. Reí al darme cuenta de que Melody me llamaba 'niña' en español. 


- Significa chica. Melody tiene la ridícula manía de decirme así. -le expliqué a Ryan. 


- Oh vale, niña. -carcajeó Ryan. 


Un sonido como el del timbre de la puerta, nos alarmó.


- Deben ser mis amigos. -comentó para si mismo, Ryan. - Guardad todo y luego si queréis, bajad. -dijo, esta vez mirando a Melody.


- Eh, ¿por qué dices ahora que podemos ir contigo, y encima mirando a Melody esta vez? -pregunté fingiendo molestia. - Vaya mujeriego estas hecho, chico. -le dije negando la cabeza mientras salía de la habitación para encaminarme a la mía.


Ryan's Point Of View:



____(tn) se fue dejándome a solas con Melody. Ésta chica había conseguido subirme los colores con su estúpido comentario. Volvieron a llamar a la puerta.


- Mejor que vaya a abrir. -comenté señalando la salida. Melody asintió nerviosa. 


Salí de la habitación y bajé las escaleras. No paraban de llamar a la puerta y me estaba poniendo de unos nervios importantes.


- ¡Ya voy! -grité molesto. La maldita casa era demasiado grande como para llegar a tiempo a abrir la puerta, no sé como he hecho para ir al baño cuando lo he necesitado.


Al final alcancé a abrir la puerta en la cuarta llamada. Entraron Christian, Justin y Caitlin. Faltaba Chaz.


- Hey, ¿y Chaz? -pregunté en general, para ver si recibía alguna respuesta.


- Tiene tarde familiar, ya sabes. -explicó Christian con desgana. Reí al imaginarme al pobre Chaz entre sus padres. 


Todos nos sentamos en el sofá.


- ¿Vemos alguna película? -preguntó Justin mientras pasaba su brazo por los hombros de Caitlin.


- ¿Película y Red Bull? -preguntó en una sonrisa, Chris. 


- Pues claro. -carcajeé. 


- Entonces me apunto. -dijeron Chris y Justin al unísono.


- Hombres tenían que ser. -murmuró Caitlin. Todos reímos.



____(tn)'s Point Of View:


Después de ducharme saqué la ropa de la maleta. Antes de todo quería cambiarme a algo más ligero. Me puse unos shorts blancos, con una camiseta de manga corta negra , que llegaba por encima del ombligo, con un dibujo en blanco del signo de la paz. Luego me puse unas supra negras, bajas. No me maquillé, ya que hoy no saldría de casa y tampoco tenía pensado que me viera alguien a parte de mi estúpido hermanastro y Melody.


Cogí el móvil y miré la hora; 8:45 pm. No tenía nada de sueño, ya que en ____(tp) aun era la mañana. Decidí ir a ver a Melody, para ver si quería ir a comer algo. Al llegar vi que también se había duchado y cambiado de ropa. 


- Hola Melo. -le saludé entrando en la habitación.


Ella me sonrió. - Hola.


- ¿Te vienes a la cocina a comer algo? -le pregunté mientras me cruzaba de brazos.


- No, ves tú. Aun tengo que arreglar algunas cosas y llamar a mis padres. -comentó con un suspiro cansado. Asentí. Yo aun no había llamado a mi padre.


- Mierda, aun no llamé a mi padre. -maldije. 


Al terminar de llamarle y de haberle comentado que todo había ido bien, me senté en la cama de Melody.


- Bien, todo hecho. -suspiré aliviada. Si no hubiera llegado a llamarle, estaba segura que dejaba todo ahí y se venía hacia aquí tan solo para echarme la bronca del siglo.


- Sí. -sonrió Melody. - Ahora voy a ordenar las cosas de la maleta, sino me estreso. -comentó. 


Asentí y me levanté. - Yo voy a la cocina... -paré un segundo recordando en donde se encontraba. - si es que la encuentro. 


Melody comenzó a reír. - Que te vaya bien la búsqueda. -carcajeó.


Al salir de la habitación, bajé las escaleras. Escuchaba hablar a Ryan con sus amigos. Iba en serio cuando dije lo de la cocina. ¿Dónde demonios se encontraba? 


Me dirigí al salón en donde estaba, el estúpido, Ryan y sus, seguramente estúpidos, amigos. 


- Ryan, -centré la mirada de todos en mi. Habían dos chicos y una chica. - ¿Dónde demonios está la cocina? -me crucé de brazos esperando su respuesta. Ryan puso los ojos en blanco, y el chico de su lado derecho comenzó a reír. Fruncí el ceño al darme cuenta de quien se reía de mi era el, imbécil, ídolo de mi amiga. Ahora si que no me iba a caer bien, no soporto que se rían de mi. No es mi culpa ser nueva en esta casa.


- Está detrás tuya, idiota. -carcajeó Ryan. Todos comenzaron a reír excepto el otro chico que había, que me miraba con preocupación. Ese puede que si me cayera bien.


- Uhm bien. -me giré a verla, y en efecto, estaba allí. Mis mejillas lograron captar el odioso color carmesí que tanto odiaba. Había quedado como una estúpida delante de ellos. 


- Necesitas gafas, niña. -se burló Ryan, junto a las risas de Bieber. Me giré hacia Ryan enfurecida.


- Eres un estúpido de primera. Tendrías madurar un poco y tratar bien a las personas más pequeñas que tú. -negué con la cabeza. - Tendrías no, DEBES. -y dicho esto le enseñé el dedo medio para ir hasta la cocina, sin haber perdido ni un poco la dignidad.


Fui hasta la nevera para coger una manzana. Luego me senté en un asiento de la esquina, que por suerte, no se me veía desde donde ellos estaban sentados. 


El chico que no se había reído de mi me había dejado intrigada. Era guapo, por no decir guapísimo. 



Christian's Point Of View:


¿Quién era aquella chica tan sexy y hermosa? Sabía que hoy llegaría la hermanastra de Ryan junto a su amiga. Él me había descrito a su hermanastra como gruñona y fea, pero si era aquella chica, la había descrito bastante mal. Era normal que se molestara, Ryan y Justin habían tenido una horrible actitud con ella. 


- Ryan, -dejé de mirar la película, para concentrarme en lo que le iba a preguntar.


- Mhm. - contestó él, con su vista fija en la película.


- ¿Quién era esa chica? -pregunté en un tono más bajo para que la chica no lograra escuchar. 


- Ah sí, ella es ____(tn). La hija del novio de mi madre. -habló para todos.


- Uh, bien. -quise dejar el tema para que no se notara la intriga que tenía en saber más cosas de ella. Bebí un gran trago de Red Bull e intenté centrarme en la película. La voz de Justin me desconcertó.


- Dijiste que era fea. -habló a Ryan con una mueca. - Y es guapa y sexy.


Caitlin y yo le mandamos una mirada asesina. ¡Justin es el novio de mi hermana! No puede ir diciendo esas cosas, y menos delante de ella.


- No, es fea y gruñona y molesta y... -le corté la frase. Ryan se estaba pasando.


- No es nada de eso. -salté. - Eres tú quien le provoca por lo poco que he visto, y ella es guapísima. -dije sin pensar. Rápidamente, al caer en mis palabras, me tapé la boca.


Ryan alzó una ceja. - Bueno, veo que tenemos a un enamorado por aquí. -carcajeó. Justin se unió a las risas. No puedo creer que por decir la verdad quiera decir que estoy enamorado. 


Claramente, las mejillas me comenzaron a arder.


- Parece simpática. -sonrió mi hermana, mientras me miraba. Genial, mi hermana se une.


- Y lo es, pero tan solo cuando le da real gana. -Ryan se cruzó de brazos pensativo. - Creo que su hobbie es molestar. -carcajeó. Ésta vez me uní a las risas.


- Y a quien no. -comentó entre risas, Justin. 


- Es un buen partido, Chris. -dijo, Caitlin, también riendo. 


Rodé los ojos y me intenté, de nuevo, concentrar en la película. Aun sentía sus miradas sobre mi, así que los ignoré e intenté beber un sorbo de mi Red Bull. Estaba vacío.


- Tengo más en la nevera. -comentó Ryan, aun con esa ridícula sonrisa. - Ves a buscar otra para mi y así te quedas un rato con ella.


Suspiré y me dirigí hacia la cocina. A lo lejos escuché la voz de Justin gritando que le trajese una para él y para Caitlin también. Pedazo vagos.


Al dirigirme a la nevera, la vi sentada comiendo tranquilamente una manzana.



____(tn)'s Point Of View:


Me encontraba comiendo la manzana, imaginando la reacción que Melody daría al descubrir que estaba Justin en casa, cuando entró el chico de antes. Me di cuenta de que se quedó mirándome y poco a poco venía acercándose. 


- Hey. -me saludó con una sonrisa. Llevaba unos brackets que le hacían ver demasiado lindo. 


- Uhm... hola. -tragué el último trozo de manzana nerviosa, maldiciendo el no haberme puesto maquillaje.


- Soy Christian Beadles. -se presentó con otra encantadora sonrisa. Ese nombre me sonaba de algo, y no sabía de qué. - Puedes decirme Chris. 


- Y-yo soy ____(tn) ____(ta). -sonreí nerviosa. 


- Encantado. -dijo caminó hacia la nevera. Observé cada uno de sus movimientos y vi que al coger cuatro Red Bull's se le cayó una. Me apuré a ayudarle.


Le di la lata en la mano. - Gracias. -sonrió, Chris, levemente. Cuando vi de nuevo su sonrisa, noté como los colores comenzaban a subirme de nuevo. 


- No es nada. -me crucé de brazos y sonreí, ésta vez más segura. - No puedo creer que Ryan te haya mandado a coger las cuatro latas a ti, estando él ahí sentado. -dije haciendo una mueca de disgusto. 


- Sí, está allí haciendo el imbécil y a mi me manda como a un burro de carga a por las latas. - cruzó sus brazos y comenzamos a reír. Ya sé de qué me sonaba su nombre. Era aquel chico gracioso que subía vídeos a Youtube. Sonreí victoriosa por mi descubrimiento.- Eso me pasa por ser el más pequeño. 


- Oh, ¿qué edad tienes? -le pregunté. Si dijo que era el más pequeño, podría tener mi edad. 


- Tan solo 13, -lamió sus labios. - pero el 22 de Noviembre voy a por los 14. -sonrió con suficiencia. - ¿Y tú?


- Adivina. -le dije divertida. 


Él me miró pensativo. - Uhm... ¿15? 


Reí negando con la cabeza. - ¿Tan vieja se me ve? -pregunté entre risas. - Tengo la misma edad que tú, pero los 14 los cumplo dos días después. -mordí mi labio, intentando ocultar una sonrisa divertida.


Christian comenzó a reír. - Bueno, ya no soy el pequeño aquí. -se cruzó de brazos, dándose aires de superior. Alcé una ceja y coloqué mis brazos en jarra fingiendo molestia. - ...Pero aparentas más, y eso es lo que cuenta. -dijo mirándome serio. Comencé a reír al ver que creyó que me había molestado. 


A lo lejos se escuchó a Ryan gritando:


- ¡Chris, deja de ligar y tráenos las malditas bebidas! 


De nuevo, comencé a sentir aquella calor en mis mejillas, pero esta vez, Christian se unió a mi. La seguridad se fue y dejó a cambio los nervios y la tensión, junto a rabia dedicada a Ryan.


- ¡Imbécil, mueve tu culo y ven a ayudarlo en lugar de gritar! -solté con rabia. 


Christian comenzó a reír. - Bueno, el burro de carga debe irse. -sonrió, y comencé a reir al escuchar su expresión. - Me agrada hablar contigo, ____(tn).


Salí de la cocina después de él, y subí las escaleras sin prestar atención a Ryan. Cogí mi iPod y me tumbé en la cama. Necesitaba escuchar música y asimilar todo lo que ocurrió hoy.


Christian's Point Of View:



Cuando llegué al salón, les di a cada uno las Red Bull que tanto querían. Me senté en el hueco del sofá que quedaba libre y abrí mi lata. 


- ¿Ya te la has ligado? -carcajeó Ryan. Rodé los ojos e hice caso omiso.


- Woah bro, deja un poco para mi. Quiero conocerla. -le asesiné con la mirada junto a Caitlin. No me parecía nada bien las cosas que decía Justin, estando su novia al lado. - Era broma, no me matéis. 


Caitlin comenzó a reír. - Mi hermanito se está haciendo grande y se va a enamorar. -cantó mirándome divertida.


- ¿Os dais cuenta de las estupideces que decís? -dije negando con la cabeza sin despegar la vista de la pantalla. - Y pido silencio, quiero seguir viendo la película. 


Después de decir eso tan solo se escucharon unas cuantas risas, pero ningún comentario estúpido más. Supongo que todos se volvieron a meter en la película, en cambio yo, por más que lo intentaba, no podía. Todo por culpa de una persona la cual tenía nombre y apellido, ____(tn) ____(ta). ____(tn) había resultado ser una chica muy simpática, y que se hacía respetar. Me gustó lo poco que vi de ella. Sería genial que se viniese con nosotros mañana.



____(tn)'s Point Of View:



Cuando al fin me harté de escuchar música, fui a visitar a Melody. Había decidido contarle de una vez, que su ídolo, Justin Bieber, estaba en casa.


Llamé a la puerta, pero como nadie respondió entré. Melody se había quedado dormida en una esquina de la cama. No quería despertarla, pero mis ganas de que supiera que estaba aquí, ganó.


Esta vez me dejé de rollos, y le grité a la primera:


- ¡Melody! -grité en su oído. Ésta se cayó de la cama al asustarse. 


- ¡¿Qué?! -preguntó exaltada mientras se tocaba con su mano la cabeza. 


- Justin Bieber, está aquí.

miércoles, 25 de julio de 2012

Capitulo 2 ~ Novela de Christian Beadles & Tú

Prácticamente la semana nos la pasamos hablando de lo que íbamos a hacer cuando llegáramos. Queríamos hacer muchas cosas, y teníamos una vida por delante en aquel lugar. Ahora que iba a ir Melody, no me parecía tan malo ir a Atlanta, pero igualmente preferiría quedarme aquí.


Me vestí con una camiseta de moustache blanca, unos jeans oscuros rotos, unas converse azules claras, una gorra blanca y negra de NY. Llevaba pintada las uñas de negro, un gloss rosa fuerte y unos pendientes con forma de corazón.


Tenía que ir cómoda y natural. Es tan solo un aburrido viaje. 

Fui a buscar mi maleta y a llamar a mi padre para que nos llevara al aeropuerto.


- Te echaré de menos. -le miré entristecida. Éste sonrió y me abrazó, luego se separó.


- Nos veremos el mes que viene, pequeña. -me revolvió el pelo. Me lo coloqué bien con una mueca de desagrado. No me gustaba que mi padre me tratara como un perro. - Cuando llegues a Atlanta te estará esperando Ryan para llevarte a casa. -me explicó y asentí cruzando de brazos. No quería ver a Ryan, seguro que era capaz de no ir a buscarnos solo por el simple placer de fastidiarme la vida.


Tocaron a la puerta. Estaba segura de que era Melody para marcharnos ya, y estuve en lo cierto.


- ¡Niña! -gritó nada más abrir tirándose sobre mi. Reímos.


- ¿Estás lista? -pregunté mirando su maleta. Ella afirmó con un movimiento de cabeza.


- ¿Nos vamos? -preguntó mirando hacia mi padre. Mi padre asintió, y nos encaminamos hacia el aeropuerto.


Él tan solo nos dejó ahí para luego marcharse. Lo iba a echar de menos.


Fuimos hasta el mostrador para preguntar sobre nuestro vuelo. Era mejor asegurarse, ya que no tenía ni pizca de ganas de volar hacia China.


- Perdone. -me dirigí a la recepcionista con una falsa sonrisa. Pura educación. 


- ¿Si? -preguntó con desagrado mientras nos observaba con sus ojos verdes. Esa, no tenía educación.


- ¿Sabe por donde se va al vuelo de las 6:00 am con destino a Atlanta? -pregunté ya sin mostrar mi sonrisa. Adiós a la educación.


- Por la derecha, ¿no veis los carteles de arriba? -señaló a unos carteles electrónicos mientras masticaba ruidosamente un maldito chicle. 


- Sí, los veíamos. -se metió Melody. - El caso es que queríamos molestarla un rato. -sonrió falsamente para luego cogerme de la mano e irnos de allí.


- Menuda imbécil. -murmuré para mi misma. 




Nos habíamos quedado sentadas en un banco a esperar la media hora que quedaba para entrar al avión. Teníamos la suerte de que al ser menores de edad sin acompañante, teníamos el privilegio de entrar antes, junto a los ancianos y las mujeres embarazadas.


- Melody, -me dirigí a ella mientras movía mi pierna con impaciencia. Ella levantó su mirada del suelo para dirigirse a mi. - ¿Qué hora tienes? 


- 5:45 am. -contestó como si nada. Asentí.


Espera, ¿cómo?


- Mierda. -gritamos las dos levantándonos de los asientos. Fuimos corriendo a chequear las maletas. La gente nos miraba con cara de pocos amigos, les estábamos empujando con descaro para poder llegar a tiempo.


Melody's Point Of View: 


Estoy cansada y tengo sueño. ¡Maldita sea, no puedo correr si quiera! No se como lo hace ____(tn) para sacar esa fuerza para correr. Ella es patética corriendo, y ahora me está superando. Esto es vergonzoso, y a la vez gracioso. Vergonzoso por el simple hecho de que ___(tn) no es de esas chicas que sean un crack corriendo, y gracioso por verla correr de esa forma. Como si fuera Justin Bieber quien estuviera en el avión esperándonos. 


Y hablando de ello, espero conocer a los amigos de Justin Bieber, y ya de paso a Justin. Ya sé que a ___(tn) no le gusta mucho Justin, pero harían muy buena pareja. Pero claramente, él es mio. Solo mío.


Sentí un golpe contra mi y salí de mi trance.


- Mierda, -susurré frotándome la cabeza. - perdón señor. -le dije intentando sonar arrepentida. Éste me miró con el ceño fruncido. 


- Deberías tener más cuidado. -me regañó. Asentí mientras corría.


- Está bien, lo pillo. -le grité al hombre, buscando con la mirada a ___(tn). La visualicé subiendo ya al avión, me apuré.


___(tn)'s Point Of View:


- ¡Vamos, que lo pierdes! -le grité a Melody con los nervios en la boca del estómago. Estas situaciones me estresan demasiado.


- ¡Ya voy! -gritó con un tono desesperado. Realmente no entiendo como puede tardar tanto, normalmente yo soy la lenta.


***


Tensa. Así es como estaba mientras que las familias y personas que viajaban por trabajo entraba y se sentaba en sus asientos. No me agradaba en lo más mínimo el asiento que me había depositado la azafata. Me había tocado al lado de la ventana. Ya sé, lo más normal es que sea lo más bonito ya que así se disfruta de las vistas... pero no es agradable para la gente, que al igual que yo, padece de vértigo.


- Que suerte, ___(tn), te han tocado las vistas. -comentó con un tono de envidia, Melody. La miré fingiendo una sonrisa. 


- Sí, es genial. -tragué saliva mientras miraba con temor todo el avión.


- Oye, ¿te encuentras bien? -me preguntó alzando una ceja. Asentí, pero no servía de nada mentir.


- No. -negué moviendo mi cabeza. - ¿Me cambias de lugar? Odio las alturas. -me sinceré ante ella. Melody sonrió ampliamente mientras asentía. 


Nos levantamos y nos cambiamos de asiento. Apagué el móvil y cogí el iPod morado, era de ese color por el simple hecho de ser mi color favorito. 

Cuando el avión despegó comencé a escuchar música. Observé que Melody estaba haciendo lo mismo, ella cogió su iPod verde y comenzó a escuchar música mientras concentraba su vista hacia la ventana. Lo más seguro es que fueran canciones de Justin Bieber, cómo no. 


Después de un rato escuchando música y sumergidas cada una en sus pensamientos, comenzamos a hablar hasta terminar las dos en un largo sueño. Cuando desperté escuché decir a la azafata mediante un micrófono que ya habíamos llegado a Atlanta. Miré a Melody que parecía que aun dormía, así que la desperté. 


- Melody -mecí un poco su hombro pero no daba respuesta. - Melody. -elevé un poco más mi voz. - ¡Melody! -grité en su oído. Algunas personas se giraron a mirarme con mala cara. Simplemente, las ignoré.


Melody gritó asustada. - ¡¿Qué a sido eso?! -me preguntó sobresaltada. 


- Mi grito de frustración intentando avisarte de que ya hemos llegado. -comenté con el ceño fruncido.


- ¡Podías haber sido más suave, joder! -me gritó molesta. Rodé los ojos.


- La próxima te dejo aquí, guapa. -me crucé de brazos y ella puso sus ojos en blanco. 


Cuando el avión aterrizó me di cuenta de que, si miraba la hora de aquí, ya eran las 7:00 pm. Fuimos a buscar las maletas, y luego de comprobar que todo estaba en su orden, busqué a Ryan. Melody tan solo señalaba a personas preguntándome si ese era Ryan, no tuvo mucha suerte, que digamos.


Cuando al fin vi a Ryan en una esquina con la mirada perdida, le saludé con la mano para que nos viera. Éste pareció salir de su estúpido trance y me devolvió el saludo con seña de que nos había visto. Fuimos hacia donde estaba él, y pude notar como Melody se tensaba mientras se quedaba mirándolo con asombro, se podría decir que hasta con admiración.


- Hola ___(tn). -me saludó Ryan con su inglés canadiense. Él no era de Atlanta, pero por motivos que realmente no me interesan, se vino a vivir a aquí.


- Hey. -saludé de igual modo en inglés. Miré a mi amiga que aun seguía mirando a Ryan sorprendida. Le di un codazo disimuladamente. - Ésta es Melody, mi mejor amiga. Se quedará dos semanas en casa. 


- Oh claro, había oído hablar sobre eso a mi madre. -miró, mas bien repasó, a Melody con su vista de arriba a abajo. - Encantado. -sonrió y le guiñó el ojo. Ví como la cara de Melody se ponía de un color parecido al carmesí.


- Igualmente -sonrió para seguido, morder su labio. - Ryan, ¿verdad? 


- Exacto. 


Se quedaron mirándose por un buen rato los dos, mientras que yo me quedaba como imbécil observando todo. Puse los ojos en blanco.


- ¿Podemos irnos ya y os coméis con los ojos en otro momento? Estoy cansada. -les repliqué cruzando de brazos. Sus miradas me atravesaron como ametralladoras. En ese momento, ya tenía fecha y hora de muerte.



***


Al montarnos en el coche, comencé a hablar con Melody. Estaba claro que en español, así no metería Ryan sus narices.


- ¿Qué mierdas a pasado antes con Ryan? -le pregunté a Melody molesta. No podría soportar pensar que le gustaba Ryan. No, por favor.


- ¿Con quién? -preguntó mientras jugaba con sus manos. Estaba nerviosa.


- Con mi abuelo, si te parece. -respondí con ironía. Ella me miró como si no entendiera. Sabía su propósito y no se iba a librar de esta conversación. - Con Ryan, cariño. ¿A caso te gusta?


- ¿Qué? ¡No! -negó rápidamente su cabeza, podía notar su rubor. - Es solo que... -tragó saliva y la miré confundida. - ¡Ryan es amigo de Justin!


- ¿Qué Justin? -pregunté aun más confundida mirando por la ventanilla del coche.


- El cartero, amor. -dijo sarcásticamente, imitando mi anterior comentario. - El Bieber, Justin Bieber. 


La miré seriamente para ver alguna muestra en su cara que confirmase que lo que acababa de decir era una broma. No había. Bufé.


- Genial, otro a quien soportar a mi lista. ¡Mi vida no puede ir mejor! -dije levantando la mano fingiendo ilusión. No podía creer que Ryan, fuera "el Ryan" del que tanto oía hablar a Melody. Ella puso sus ojos en blanco.


- ¡Maldita sea, niña, tu hermanastro es amigo de Justin Bieber! -comentó ilusionada. Intenté ver de donde salía su ilusión para ver si me podía contagiar de ella, pero nada. No la encontraba. - Prácticamente puedes decir que es tu hermano. -al instante, Melody se tapó la boca al darse cuenta de lo que había dicho. Sentí como si algo me pinchara en el corazón. 


- No vuelvas a decir eso. -susurré intentando aguantar mis lágrimas. Este tema aun era muy reciente para mi, y fácilmente lloraba. - Gwendolyn es la única hermana que tengo y que tendré.


- Oh, lo siento de veras, ____(tn). -me miró mientras se mordía el labio. Me abrazó.


Melody era de las únicas personas que sabían sobre la muerte de mi hermana. Entre esas personas se encontraba: mi familia y Charlie. Ni siquiera Ryan, que iba a formar parte de mi "nueva familia" lo sabía, y tampoco quería. Sentía que si la gente se enteraba de esto, me tratarían con pena, y eso era lo último que quería. Gwen iba a ser un secreto que pocas personas iban a saber. 



Ryan's Point Of View:



___(tn) tiene una amiga demasiado sexy como para dejarla escapar, y no dejaré pasar esta oportunidad. Puede sonar estúpido, pero ya hace bastante que no estoy con una mujer y lo necesito.


Miré por el retrovisor a Melody, y vi que estaba abrazando a ___(tn). ¿De qué estarían hablando en español?


- ¿Estás bien, ___(tn)? -pregunté intentando sonar amable.


___(tn) levantó su vista hacia mi y se secó con su manga sus húmedas mejillas. - Sí, estoy bien. -contestó con un hilo de voz. Asentí y seguí concentrándome en la carretera, ya faltaba menos. 


Obviamente sabía que ___(tn) lo estaba pasando mal. Yo no me tomaría muy bien lo de mudarme. Cuando ya has echado raíces en un lugar, no tiene sentido cambiarse. Es como si ya no fueras a estar cómodo nunca.

martes, 24 de julio de 2012

Capitulo 1 ~ Novelas de Christian beadles & Tú

Dos meses. Ya habían pasado dos puñeteros meses desde aquella desgracia, desde que prácticamente se me arruinó la vida. Aquel 7 de Abril mi hermanita Gwendolyn de tan solo 5 años quiso acompañarme a mi entrenamiento de Hip Hop. Tuve que haberla vigilado en todo momento, ella tan solo se aburría de la conversación que mantenía con mi amiga. Soy una jodida imbécil.


Mi padre y su novia suelen intentar consolarme, como dije "intentan" ya que nunca lo conseguirán. Suelen decir que no fue mi culpa, ¿entonces de quién fue? Obviamente fue mi culpa. Ellos lo saben, yo lo sé, Gwendolyn lo sabe. 


Como mi padre y su novia no me culpan y me tratan hasta mejor que cuando estaba mi hermana, me puse un castigo a mi misma. Nunca volver a bailar. Ese castigo que me puse es simple: Yo amo bailar, es mi vida entera. Siempre que bailo soy feliz, yo no merezco ser feliz por el simple hecho de ser una irresponsable con mi hermana.


Me levanté de la cama en la que me encontraba, con este ánimo no iba a llegar a hacer nada pero le prometí a Melody que iríamos a la plaza para celebrar la llegada del verano. Se le veía siempre tan feliz.


Me arreglé lo mínimo posible, cogí el móvil y el ipod. La puerta se abrió dejando paso a mi padre.


-Hola. -me saludó. Sabía que simplemente no podía decir "Buenos días" cuando los dos de sobra sabíamos que no era cierto. Le miré por un momento y pude comprobar que su ceño lucía fruncido. Tal y como siempre que estaba preocupado o le incomodaba algo.


-Hola. -mordí mi labio para impedir que mis lágrimas salieran. Me dolía pensar que mi hermana murió por mi culpa. Mi padre se acerco y me dio un abrazo, él estaba sufriendo tanto como yo. -Lo siento, -tragué saliva- lo siento mucho.


-Deja de culparte, ____(tn). -susurró. Su manó frotó mi espalda con señal de apoyo y se separó. Me miró a los ojos. 


- No. -negué con la cabeza.- Si yo no la hubiera soltado aquel día, todavía estaría aquí. -sentí como la primera lágrima caía por mi mejilla. 


- Ella se soltó, tu no pudiste hacer nada. -se secó algunas lágrimas que le recorrían por la mejilla e intentó sonreír. - Debo hacerte una propuesta de la que llevo bastante tiempo hablando con Charlie. -asentí y me senté en la cama para escucharle.


- Dime. -sequé mis mejillas húmedas con la mano. Sospechaba de hacía unas semanas que mi padre me escondía algo, ya que siempre que hablaba con Charlie por teléfono se iba a otra habitación para que yo no pudiera escuchar nada. - No te irás a casar, ¿verdad? 


- No, -comenzó a reír levemente. Sonreí al escuchar su risa. - no es eso. Es algo más serio. -fruncí el ceño confundida.


- ¿Más serio que una boda? -pregunté cruzándome de brazos.


- Nos mudamos a Estados Unidos con Charlie. -soltó de golpe. Mi boca se abrió hasta formar una "O" lo bastante grande como para mostrar mi asombro y sorpresa.


- Será broma, ¿no? -le miré seriamente. No me gustaba la idea de dejar atrás mi país, mi hermana, mis amigos, mi vida. Pero mi padre se merecía ser feliz. Él se merece vivir con su novia, no todo tiene que estar rodando a mi. Debo dejarle ser feliz.


- N-no. -contestó. Sonreí ampliamente y me tiré sobre él para abrazarle. - ¿Estás de acuerdo? Porque si no es así aun no es demasiado tarde. Tengo que rellenar muchos papeles durante este mes y nos podemos quedar.


- No, claro que no. -negué rápidamente mintiendo. - Me encanta la idea de cambiar de aires.


- Entonces genial. -sonrió ampliamente uniéndose a mi sonrisa. Me separé del abrazo y volví a sentarme en la cama.


- Como tienes aun papeleo nos iremos el mes que viene, ¿no? -saqué mi móvil del bolsillo para mirar si tenía algún mensaje, y así era. Dos mensajes de Melody.


- Tú te irás la semana que viene. -comentó mi padre saliendo de la habitación. Volví a quedarme con la boca abierta.


¿Qué yo me iré la semana que viene? ¿Por qué no me puedo ir con mi padre? Voy a tener que soportar a mi hermanastro. Perdón, al hijo de la novia de mi padre, Ryan.

La idea de cambiar no me gusta, siempre tuve miedo a los cambios pero era hora de enfrentarme a ellos. No me iba a dejar controlar por Ryan, yo no iba a ser su estúpida esclava por tan solo ser menor a él. No iba a dejar que me vacilara como la última y primera vez que le vi.


Charlie y Ryan vinieron el verano pasado por unas cuantas semanas a casa. Ryan era un estúpido mujeriego que intentó ligar con todas mis amigas. Por suerte aquellas semanas Melody estaba en un curso en Inglaterra y no se pudieron conocer, sino seguro que me quitaba a mi mejor amiga. 


Simplemente era odioso.


Miré los mensajes que me había dejado Melody. 


Primer mensaje: 


De: Melody.


____(tn) nos vemos a las doce donde siempre.


Segundo mensaje:


De: Melody.


Debo contrate algo muy importante.



Salí de la habitación y fui hacia la cocina. Mi padre me había preparado el desayuno y ahora se encontraba leyendo el periódico.


Me senté en la mesa.


- Te he preparado todo. -comentó mi padre levantando su mirada del periódico.


- Gracias. -le agradecí con una sonrisa. Cogí el muffin y me bebí rápidamente el zumo. 


- ¿Tienes prisa? -preguntó cerrando el periódico y dejando su mirada fija en mi.


- Sí, quedé con Melody en la plaza a las doce. -mordí el muffin y cogí mi skate.


- Está bien. -sonrió levemente. - Disfruta de esta semana junto a ella. 


- Sí. -lamí mis labios. Me iba a costar despedirme de ella.


Salí de casa y me puse el ipod. Comenzó a sonar la preciosa voz de Bruno Mars. Subí al skate y comencé a patinar hasta la plaza. 


Iba a echar mucho de menos a Melody, esta decisión iba a arruinar mi vida más de lo que ya estaba arruinada, pero todo por mi padre.


Visualicé de lejos a Melody, estaba justo al lado de la fuente de colores. La saludé con con la mano pero no se dio cuenta. ¿En qué mundo estaría?


- ¡Melody! -le grité, pero aun no se enteraba. Genial, siempre igual. Seguro que estaba escuchando a su estúpido Justin Bieber.


Bajé del skate y me acerqué a ella. Me vio y se quitó los cascos. 


- Hola ___(tn). -me abrazó y le respondí al abrazo.


- Al fin te das cuenta de mi presencia. -me senté en el borde de la fuente.


- Lo siento niña, estaba escuchando el nuevo álbum de Justin Bieber. -rodé los ojos al escuchar su respuesta.


- Como sea. -me crucé de brazos y suspiré. No tenía ganas de hablar de él. - ¿Compramos los helados para celebrar la llegada del verano?


- Claro niña, -sonreí. Melody tenía la ridícula manía de llamarme "niña". En su día le dejé claro que no me gustaba que me llamara así, pero ya he llegado a un punto en el que me sentaría rara si no me dijera de esa forma. - pero antes debo contarte algo. -su acento inglés sonó más triste de lo normal. Melody no era de España como yo, ella era de un pequeño pueblo de Inglaterra, pero que a la edad de 7 años tuvo que mudarse a ____(tp). 


- ¿Qué pasa? -me levanté preocupada. 


- Son mis padres... -miró hacia el suelo y luego me miró a mi. Pude ver como una lágrima le recorría la mejilla. 


- Melody, ¿se encuentran bien? -pregunté preocupada.


- Me mudo a Estados Unidos. -comenzó a llorar y la abracé aun con la sorpresa de su noticia. Lo que más admiraba de Melody era que ella no temía llorar delante de los demás. Tenía una personalidad fuerte.


- ¿A qué parte? -pregunté. Me sentaba bien que ella se mudara, así no tendría que vivir con la culpa de dejarla sola en España.


- Destinaron a mi madre a Atlanta. -me respondió. Abrí con sorpresa mis ojos.


- ¿Qué?


- Que me mudo a Atlanta. -sorbió su nariz. - Me lo dijeron ayer. -se sentó en el borde de la fuente. - Al principio pensé: ¡Qué bien, ahí es donde vive Justin Bieber y sus amigos! -alcé una ceja. Está obsesionada. - Pero luego me di cuenta de que no te podría ver más, niña.


- Bueno, yo también tengo una noticia y... -Melody me interrumpió.


- Perdóname por no habertelo dicho ayer, estaba demasiado ocupada pensando en que lugares se encuentran las casas de los amigos de Justin. -dijo mirando hacia el suelo mientras movía su pie en circulos. Fruncí el ceño molesta.


- Me alegra ser tu primer pensamiento en mente. -me crucé de brazos esperando alguna señal de su parte. 


- Lo siento, sé que hice mal pero es que... -se disculpó. Moví la mano intentando quitarle importancia. Tan solo quería que se sintiera algo culpable, y ya había conseguido mi objetivo. 


- Has dicho Atlanta, ¿cierto? -pregunté intentando calmarme y no saltar de alegría.


- Sí. -afirmó secándose sus lágrimas.


- ¿Te acuerdas de la novia de mi padre? -me mordí el labio esperando su respuesta.


- Sí... -hizo una mueca pensativa. -Charlotte, y su hijo Ryan. -asentí. Melody sonrió. - ¿Sabes? Se llama igual que uno de los amigos de Justin y... -la miré amenazadoramente y calló de golpe. -Está bien, ya no digo nada más de ellos.


- Bien, pues ellos viven en Atlanta y... -volví a ser interrumpida por Melody.


- ...y podrás venir de vacaciones a Atlanta, entonces nos veremos y te podré presentar a mi futuro novio estadounidense... o canadiense. -alzó sus cejas seguidamente. Suspiré.


- ¡Te puedes callar y dejarme terminar! -grité harta. Melody rodó sus ojos con vagancia. -Ahora que por fin me dejas hablar... -sonreí victoriosa y Melody volvió a voltear sus ojos. - la semana que viene me marcho a vivir a Atlanta. -sonreí ampliamente esperando ver su reacción. Melody comenzó a chillar tal cual loca.


- ¡Nos vamos a vivir a Atlanta! -siguió gritando. La gente se nos quedaba mirando como si fuésemos unas recién escapadas del manicomio. De golpe paró de gritar, como si se hubiera acordado de algo. - ¿Dijiste la semana que viene? -preguntó mordiendo su labio inferior.


Asentí. -Sí. ¿Tú cuando marchas? -pregunté deseando que no dijera dentro de un mes, o lo que es peor, dentro de un año.


- De aquí dos semanas. -se cruzó de brazos molesta.


- Oh... -solté algo desilusionada. Tenía la esperanza de que se fuera también la semana que viene, aunque eso ya sería demasiada coincidencia. Ahora sí que tendría que soportar a Ryan sola.


Una idea se iluminó en mi interior


- Niña, esa mirada la conozco. -comentó fingiendo miedo. Reí como loca, mi idea era genial. - ____(tn), me estás asustando. En serio.


- Antes de todo, debo preguntarle a Charlie si no le incomoda tener a un huésped durante dos semanas. -me crucé de brazos. A Melody se le iluminó la mirada.


- ¡___(tn) es una idea genial! -gritó con ilusión. De golpe se puso seria. - Llámala ya. 


- ¿Ahora? -pregunté con un pequeño tono de pereza en mi voz.


- No, mañana. -sonrió falsamente. Toda ella chorreaba litros de ironía.


- Ya voy... -cogí el móvil de mi bolsillo y busqué el número de Charlie en "contactos". Me separé de Melody bastante ya que no me gustaba que me observaran cuando hablaba por teléfono.



- ¿Sí? -saludó Charlie en inglés. 


La novia de mi padre no sabía nada de Español, pero no me era complicado comunicarme con ella. El inglés se me daba de miedo.


- Hola Charlie. -contesté intentando pronunciar bien cada palabra en inglés.


- ¿Algún problema, cariño? -preguntó maternalmente. 


Charlie era como una madre para mi, ya que cuando mi madre nos abandonó mi padre comenzó a meterse en problemas con el alcohol. Bebía tanto que comenzó a tener graves problemas. Gwen y yo le convencimos de que fuera al médico. Ellos le diagnosticaron

un pequeño tumor en el hígado, que por suerte pudo superar. Luego conoció a Charlie y su vida fue a mejor, por eso estoy en deuda con ella.


- Uh, sí. -respondí algo nerviosa. Me incomodaba pedirle este favor, ya que siempre tuve miedo a los "no" por respuesta. - La semana que viene nos mudamos a tu casa, -lamí mis labios. - y da la casualidad de que mi mejor amiga también se muda a Atlanta pero dentro de dos semanas. -dije intentando explicarme bien. - ¿Podría venirse conmigo y quedarse dos semanas en casa hasta que sus padres vengan? -pregunté rápidamente sin tomarme un descanso en separar las palabras. 


Se escuchó silencio en el otro lado de la linea. 


- Claro que sí, se puede quedar todo el tiempo que sea necesario. -pude sentir como sonreía, ¿o era yo la que sonreía? - En casa tenemos una habitación de invitados, dormirá allí. ¿Lo sabe tu padre? -preguntó. Bien, esta era la pregunta del millón.


- Genial entonces. -respondí. Melody me miraba a lo lejos, le levanté el pulgar hacia arriba dando señal de que sí la dejaban. Ésta comenzó a saltar de alegría. Me aguanté la risa. - No, él aun no lo sabe. ¿Podrías decírselo tú? Es que no tengo casi nada de batería y hoy y mañana estaré en casa de Melody. -mentí. Todo lo que sea por no preguntarle a mi padre. 


- Claro, ya se lo comento yo. Pásatelo bien.


- Estupendo Charlie, eres la mejor. -le agradecí alegremente. 


- Lo sé. -carcajeó. Sonreí ampliamente. - Ya nos veremos.


- Adiós. -me despedí y colgué.


Melody vino a donde mi, gritando. Reí.


- Aun no cantes victoria, debes pedirle permiso a tus padres. -le informé arruinando su felicidad del momento. Ella se cruzó de brazos pensativa y cogió su móvil, escribió algo y levantó su mirada hacia mi mientras sonreía.


- Ya lo había hecho mientras tu hablabas con Charlotte. -comentó con aire victorioso. - Soy genial, deberías aprender a hacer las cosas más rápido. Como yo. -dijo echándose aires de diva. Me crucé de brazos y rodé los ojos. 


- Obviamente tomaré tu consejo, diva. -le dije con ironía. Ella me sacó el dedo medio de la mano. - Cuidado, no me vayas a matar con ese gesto señora "lo hago todo genial" -carcajeé sabiendo cuan le molestaba a ella que le hablara con ironías. 


- Cállate, niña. -frunció su ceño. 


- Como sea. -dije moviendo mi mano para quitar importancia al asunto. Luego, como si nos hubiésemos leído el pensamiento, comenzamos a gritar y a saltar. Íbamos a ir juntas a Atlanta.

lunes, 23 de julio de 2012

Sinopsis: Believe. ~ Novela de Christian Beadles y tú.

_____(tn) fue una vez una chica de la cual se podría denominar como feliz. Varias circunstancias de la vida le hacen cambiar, tanto de personalidad cómo de lugar de residencia. 

Con su llegada a Atlanta, conoce a varias personas que quedarán marcadas en su vida, sobre todo un chico llamado Christian al cual le coge un gran cariño. Más de lo que podría imaginar la pobre ____(tn).

Conocerá a un joven ídolo adolescente llamado Justin, al cual no soportaba, haciéndole confundir sus sentimientos y dando así a su primer amor.

_____(tn) descubrirá una serie de hechos en su vida que le harán desconfiar hasta de su propia familia y que darán miles de guerras hacia sus amistades más queridas.

En esta historia en la que el amor, la familia, las amistades y las oportunidades estarán presentes ¿Cómo de lejos puedes llegar para saber todas las verdades que se esconden bajo el apellido de tu familia y cuánto lucharías por aquella persona a la que crees amar?