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viernes, 24 de agosto de 2012

Capitulo 4 parte 1 ~ Novela de Christian Beadles & Tú

¿Sabéis que aun no han podido descubrir como conseguir la velocidad de la luz? Pues creo que en ese mismo instante yo presencié aquella velocidad. 


Melody en un abrir y cerrar de ojos ya no se encontraba en su habitación. Había salido corriendo tal cual loca del demonio para ver a su amor platónico.


- Muchas gracias por dejarme aquí, guapetona. -murmuré con sarcasmo para mi sola mientras salía de aquella habitación.


Tenía ganas de ver la reacción de Melody. Ella siempre había soñado con conocerle, y ahora lo tendría a demasiada poca distancia. No la culpaba por su obsesión, yo tenía una parecida con un actor español, Mario Casas. Si alguna vez lo pudiera ver en persona, no me haría cargo de lo que pudiese pasar.


Mediante bajaba las escaleras podía ir escuchando los gritos de Melody. Una imagen de lo que estaba ocurriendo se formó en mi mente provocándome unas cuantas risas débiles.


Estaban todos donde anteriormente se encontraban, en el salón, solo que esta vez había una pequeña diferencia; Melody estaba abrazada a Justin como una lapa. Al chico se le podía apreciar un rubor en las mejillas.


Puede que sea por el hecho de que le esté abrazando una desconocida o porque le está cortando la respiración.


Me quedo con la segunda idea.


Me uní a las risas de Ryan, Chris y la chica que se encontraba con ellos. No podía parar de reír, la escena era demasiado graciosa como para perder detalle del momento.


Justin miró en dirección a la chica. - ¿Una ayudita? Necesito respirar, y como muera ahogado te quedarás sin novio, Caitlin. -comentó como pudo, intentando zafarse de Melody.


La chica, la cual podía ya poner el nombre de Caitlin, negó aun en carcajadas. - Lo siento, es demasiado bonito como para arruinar el momento.


Al final Melody se apartó de Justin. Temía por el pobre chico, aunque ya debería estar más acostumbrado a tratar con sus fans.


Sentía como unas lagrimas resbalaban por mis mejillas a causa de la risa. Me las limpié y miré, como instinto, a Christian. Ryan estaba empujándole hacia mi mientras Chris negaba repetidas veces en susurros los cuales perfectamente podía oír ya que le salían algunos gallos más altos. 


Intenté apartar la mirada de ellos pero sentí un golpe proveniente de Christian. Al final Ryan había conseguido su objetivo.


- Perdón, ha sido sin querer. -comentó con un color carmesí en sus mejillas.


Moví la mano intentando quitarle importancia. - No pasa nada, vi como Ryan hacía de las suyas para que chocaras. -me crucé de brazos.


- Sí bueno, solo quiere molestar. -afirmó volviendo a su color normal. - ¿Esa es tú amiga? -preguntó señalando a Melody. 


Afirmé. - Exacto. Se llama Melody, es un año mayor que nosotros. -le sonreí.


- Uhm, tú pareces mayor. -comentó mirándome. Reí levemente.


- ¿Eso es un cumplido o me estás llamando vieja? -pregunté entrecerrando los ojos.


- Y-yo...


- Era broma. -carcajeé.


Christian comenzó a revolverse el pelo. Sabía de sobra que cuando un chico hacía ese gesto es que estaba nervioso u incómodo.


- ¿Caitlin es tu hermana? -pregunté desviando el tema. 


- Sí, y también es la novia de Justin... -comentó con un suspiro. 


No sonaba molesto.


- Uh, se le ve simpática. -respondí algo sorprendida. No sabía que Justin tuviera novia, no había escuchado a Melody decir nada sobre ello.


- ¿Te molesta? -preguntó Chris, alzando una ceja divertido.


- ¿El qué? -pregunté sin entender. 


- El hecho de que Justin Bieber tenga novia, -me miró a los ojos mientras los entrecerraba. - y no seas tú.


Abrí los ojos sorprendida, aguantando la risa. - ¿Qué? No, no. Yo no soy belieber, y tampoco me agrada él. -carcajeé.


- Oh bueno. -rió cruzándose de brazos. 


Parecía más tranquilo.


- Pero Melody lo ve como su príncipe azul. -hice una mueca y miré al suelo. - Es su ídolo.


- Bueno, muchas chicas lo ven igual, por eso te dije eso. -dijo Christian bajando también la mirada. Luego la subió y me miró. - ¿Quién es tú ídolo? 


- Bueno, amo a Mario Casas y a Rihanna. -crucé mis brazos y lo miré. - Pero tampoco los puedo llamar ídolos.


- ¿Mario Casas? -me preguntó con curiosidad.


- Es un actor de España. Sexy, -le miré con una sonrisa traviesa. -muy sexy.


Christian se cruzó de brazos y bajó la mirada al suelo. - A mi me gusta bastante Selena Gomez. -alzó la mirada hacia mi y mostró la misma sonrisa que yo anteriormente. - Es sexy, muy sexy.


Reímos juntos.


- ¿Qué hora es? -pregunté al sentir una pizca de cansancio en mis párpados. No entendía por qué tenía sueño si prácticamente pasé el viaje durmiendo.


Christian llevó su mirada a su iphone. - Las 11:23 pm. -suspiró y me miró. - Debo irme ya, mi madre me pone hora de vuelta. 


Sonreí y afirmé. - Es normal, ¿te acompaño a la puerta? -le pregunté mordiendo mi labio inferior.


- Está bien. -sonrió.


Fuimos hasta la puerta, al llegar hubo un silencio algo incómodo.


- Uhm... me voy, mañana tengo que madrugar para ir al parque acuático con todos. -sonrió nervioso. 


- ¿Vais a un parque acuático? -pregunté frunciendo el ceño. 


- Sí, ¿no te comentó nada Ryan? -me miró extrañado. 


Negué y me crucé de brazos. - Tampoco es que tenga amigos con quien hablar si fuera a ir. -me mordí el labio. - Melody estaría pegada a Justin todo el día.


Christian alzó una ceja. - ¿Y yo qué soy? ¿un dibujo? 


Reí ante su comentario y negué. - No sabía que me tomabas como a una amiga... digo, nos acabamos de conocer. -murmuré a lo bajo.


- Bueno entonces, adiós "no amiga" -se despidió divertido. 


- Adiós "no amigo" -carcajeé y cerré la puerta.


¿Es normal sentirse tan bien con una persona a la que acabas de conocer? No lo creo, vamos, no es normal. Con este chico es fácil entablar una conversación, y lo mejor, me hace olvidar los problemas con los que llegué hace unas cuantas horas. Espero poder llevarme bien durante el tiempo en el cual resida en Atlanta.


Caminé hacia el salón y observé en que Melody ya no estaba allí. Era extraño, ¿no estaba al lado de su ídolo tan querido? 


Subí las escaleras, estaba cansada así que lo mejor era ir a dormir y dejar que el día, o en este caso la noche, pasara.


Desperté al tener un mal sueño, el cual no quise recordar. Sabía que si lo dejaba pasar, a medida que pasara el día se me olvidaría. Miré la hora; 9:00 am. ¿Desde cuando estos madrugones? 


El cambio de horario, será eso.


Me puse ropa ligera, en esta casa no hacia más que calor. 


La puerta se abrió sin aviso, y se asomó la cabeza de Ryan.


- ¡____(tn)! Ayer se me olvidó preguntarte, ¿queréis venir Melody y tú al Aquatic Park? 


- ¡Se llama la puerta antes de entrar! -grité molesta. Me había asustado, ¿y si hubiera estado desnuda? 


Moví la cabeza para nublar mis pensamientos.


- Como sea. -Ryan movió su mano con indiferencia. - ¿Vienes o no? 


Le miré de mala gana, y comencé a ordenar un poco la habitación, pasando de su pregunta.


- Viene Christian... -me guiñó el ojo.


Fruncí el ceño.


- Me da igual. -le enseñé el dedo medio. Él comenzó a reír. - Si va Melody, voy yo.


Era una excusa. Claramente sí quería ir, y sabía que Melody diría que sí.


- Claro, claro... -me sonrió Ryan, pícaramente.


Volteé los ojos. - I D I O T A. -le dije lentamente, a lo mejor así lo entendía mejor.


- Seré un idiota, pero al menos no me gusta nadie... -comentó burlón. Apreté los puños, ¿qué decía?


No tengo suficiente tiempo como para pensar en gustarme de alguien, tan solo quiero volver a España y estar con Gwen. Aunque en los dos casos, fuera imposible.


- ¡Vete a la mierda! -le grité ya cansada de su actitud, mientras lo sacaba fuera de la habitación y le cerraba la puerta en su cara.


Me mordí el labio inferior impidiendo que mis lágrimas salieran. No podía llorar ahora, en cualquier momento entraría Ryan y... no.


Una lágrima traicionera recorrió mi mejilla, justo en el instante que Ryan apareció de nuevo por mi puerta.


Me limpié la mejilla, ¿pero este chico cómo podía ir tan rápido en preguntar las cosas?


- ¿Qué no has entendido de "llamar a la puerta"? -le pregunté molesta.


Me miró ¿preocupado? - ¿Qué te ocurre?


Tragué saliva nerviosa, ¿me había visto aquella lágrima? ¿Cómo iba a poder visualizar una maldita lágrima traicionera en mi rostro desde la distancia?


- ¿A quién? -fruncí el ceño fingiendo curiosidad. Como si no entendiera de que hablaba.


Ryan negó. - Es igual, déjalo. -se cruzó de brazos y me miró como si estuviera estudiando cada uno de mis rasgos faciales. Me tensé. - ¿Entonces te vienes, no? 


Muy bien, Ryan. Así me gusta, cambia de tema.


- ¿Dijo que si Melody, verdad? -intenté ocultar una sonrisa de victoria. Ryan asintió. - Genial, pero no me molestes con esas tonterías sobre Christian. 


- No son tonterías, es la verdad... pero acepto. -carcajeó Ryan, dándose por vencido. Suspiré más calmada. Si dijera alguna de esas idioteces delante de Christian, moriría de vergüenza.


Al terminar de hablar con Ryan, y cambiarme de ropa por algo más adecuado para un parque acuático, fui a buscar a Melody.


Entré a su habitación sin llamar apenas. Ella se giró algo asustada, pero al ver que era yo, su rostro se relajó. "Relajó", "Relajar" ¿es exactamente lo que quería decir?


- ¡Niña, que nos vamos a un parque acuático con Justin Bieber y sus amigos! -gritó Melody. Lo más seguro es que la hubieran escuchado desde el salón.


No, "relajar" no era el verbo apropiado.


- Oh, es verdad. -hice una mueca de desagrado al recordar que iría el cantante. - Se me quitaron las ganas de ir.


Exactamente no tenía una buena excusa para odiarle, si así podía decirlo. Es tan solo por su actitud, por su chulería al hablar, por ser él. ¿Eso no es una buena excusa, verdad? Pero me vale verga.


- No seas así, ____(tn). -Melody frunció el ceño molesta. Yo reí.


- Es broma, no voy a quedarme aquí por culpa de ese. -suspiré y me senté en el borde de su cama.


Ella frunció el ceño aun más molesta. - No le digas "ese", dile Justin. -rodé los ojos, Melody sonrió de golpe. - Estaré todo el día con él. 


- Que bien, me quedaré sola. -murmuré cruzando de brazos. - Bueno, con Christian. -sonreí más tranquila.


Melody abrió poco a poco su boca con asombro.


- Con... ¿Christian? -tragó saliva. - ¿Christian... Beadles?


Asentí victoriosa. Había conseguido desviar el tema de Justin.


- ¡Eres amiga de Christian Beadles! -Melody comenzó a gritar. Gritó como ayer al ver a Justin, como una posesa. 


Mordí mi labio con nerviosismo. - No grites, te escuchará todo Georgia. 


Al haber preparado la bolsa con los bikinis, cremas, toallas, e.t.c. bajamos al salón.


Observé que ya habían llegado Christian, Justin y Caitlin. Pero había una persona más, la cual me llamó la atención, ya que ayer no le había visto aquí.


- Hola chicas, -nos saludó Ryan. Melody movió su mano con signo de saludo y yo sonreí forzadamente. - éste es Chaz. -señaló al chico nuevo. - Chaz, ellas son ____(tn) y Melody. 


- Hola, yo soy ____(tn). -sonreí y le di un beso en la mejilla. 


- Encantado. -Chaz me devolvió el beso en la mejilla. 


- Yo soy Melody. -comentó con un hilo de voz. Pobrecita, estaba viviendo su sueño.


- Van a venir al Aquatic Park. -les explicó Ryan, todos asintieron. 


Fuimos hacia el Jeep negro con el que Ryan nos fue a buscar al aeropuerto.


- ¿Quieres que conduzca yo, Ryan? -preguntó Chaz. Todos negaron rápidamente con la cabeza, asustados.


- ¡No, por favor! -gritó Christian con desesperación. - ¡No nos hagas esto! ¿Qué te hemos hecho? 


Todos comenzamos a reír, excepto Chaz que miraba de mala manera a Christian.


- Ves, Christian. -dijo Chaz mirándonos a Melody y a mi. - Ya le has dado una mala imagen de mi, a las chicas.


- Como sea. -dijo, Christian, moviendo su mano quitando importancia al asunto. 


Todos reímos de nuevo.


- Caitlin vendrá en mi coche. -comentó Justin mientras sacaba las llaves de su Porsche y apretaba un botón, abriéndolo así.


- ¿Trajiste la mierda de Porsche solo para llevar a Caitlin? -se quejó Ryan. Pude ver como Caitlin se sonrojaba ante la situación.


- Bro, es mi novia. -atacó Justin, cruzando sus brazos. Vi como Ryan iba a contraatacar a Justin con un estúpido comentario, pero me harté.


- Sí, todo genial, pero para cuando lleguemos será navidad. -alcé la voz para que me escucharan. 


Chaz se había puesto a mi lado izquierdo y Christian a mi lado derecho. Ryan había convencido a Melody para que se sentara en el asiento de delante, dejándome así sola entre chicos. 


Había pasado tan solo un cuarto de hora, y yo ya me estaba hartando de escuchar la radio del coche entre silencio. Chaz se encontraba con los auriculares puestos, y Christian miraba el paisaje. Me gustaba como se veía su perfil a la luz del día. 


Y esto se me esta yendo de las manos, ¿desde cuando me fijo así en un chico? No tengo tiempo para enamoramientos. Debo entretener a mi mente.


- ¿Cuánto tardaremos en llegar? -pregunté algo cohibida. Estaba entre dos chicos que apenas los conocía, y yo no es que tuviera fama por saber llevarme con chicos.


- Media hora, más o menos. -me contestó Ryan, con su vista fija en la carretera.


- No fastidies. -me quejé. ¿Una media hora igual? No estoy segura de salir viva.


- No es tanto. -comentó sonriente. Él sabía que la situación me incomodaba, y disfrutaba de ello. 


Subió el volumen de la radio, haciendo que pudiera escuchar mejor la canción. Genial.


- ¡First Dance! -dijo en un pequeño grito, Melody.


- ¿Te gusta, Melody? -preguntó Ryan, dándole miradas cortas para luego dirigirlas a la carretera.


- ¡Me encanta! -respondió de nuevo en gritos. 


Ryan le lanzó una sonrisa, la cual Melody le respondió con una mirada cariñosa.


- Genial, encima tengo que escuchar a este... -miré con odio a la radio del coche. Sabía que eso no solucionaría nada, pero no podía evitar mandarle odio.


- ¿No te gustan sus canciones? -me preguntó con una sonrisa divertida, Christian. 


Negué. - Sus canciones si me gustan, lo que no me gusta es su persona. -le expliqué como si fuera lo más normal del mundo. - Creo que solo se preocupa por su pelo.


Chris comenzó a reír. - Eh, yo tengo un corte parecido al de él. -añadió haciéndose el ofendido.


Mordí mi labio dubitativa. ¿Qué digo ahora? 


- Perdón... -murmuré nerviosa. - A ti te queda mejor. -sonreí.


Genial ____(tn), ya le has asustado.


- Gracias. -carcajeó divertido. Solté un pequeño suspiro, relajándome.


- ¿Solo tienes una hermana? -pregunté intentando cambiar de tema. Aun sentía tensión, aunque viéndolo a él parecía tranquilo.


- Bueno, tengo también un hermano. Se llama Matty, suve covers en youtube. -me explicó. Negué con la cabeza, lentamente. Me daba vergüenza lo inculta que era en estos temas.


- Yo solo suelo buscar videos de Rihanna, Bruno Mars, Jason Derulo, Demi Lovato... -sonreí al recordar a mi actor favorito. - y Mario Casas, aunque él no cante.


Christian rió.


- Ya he buscado a Mario Casas en internet. -me miró sonriente. Alcé una ceja. - Es un actor de España, bastante famoso por la televisión y el cine español.


Reí divertida. - ¿No me digas? -me puse las manos en la cara creando una expresión de sorpresa. - ¿Y qué opinas de él?


Sé quedó pensativo mirándome. - Pues la verdad, yo me prefiero a mi... -alcé una ceja. - pero no es un mal partido. -dijo rápidamente. Ambos reímos.


Sentí como el motor paraba, dando a entender que ya habíamos llegado. Me hacía bastante ilusión, la verdad.


Todos comenzaron a bajar del coche, y cuando fui a bajar yo, Christian se dirigió a mi:


- ¿Te ayudo a bajar? -me preguntó tendiéndome su mano. Negué con la cabeza, podía bajar sola, aunque había sido un bonito detalle.


- Gracias, pero no hace falta. -le sonreí.


Como si mis palabras fueran contra mi, tropecé con el escalón del coche, cayendo así en los brazos de Christian.


Mis mejillas comenzaron a tornarse de aquel color tan común desde que había llegado aquí.


- ¿Te encuentras bien? -me preguntó, Christian, preocupado. 


Me quedé mirando sus ojos avellana, estábamos demasiado cerca como para pensar con la razón o la lógica, pero ni así podía quitarme del pensamiento que estaba quedando como una estúpida sin decir nada.


Me separé rápidamente, sosteniéndome por mi misma.


- Sí, gracias por evitar que cayera. -tragué saliva con dificultad.


- ¡Vamos chicos! -gritó Justin, en la cola de las taquillas, junto a los demás.


- ¡Sí! -grité mientras salía disparada hacia ellos, dejando a Christian ahí plantado.


Christian's Point Of View:


¿Qué acababa de pasar? Sus ojos color chocolate eran perfectos, bastante diría yo, o puede que los viera así por tan solo ser ella.


Justin nos llamó a lo lejos sin razón, bueno, puede que si tuviera una razón, pero al fin y al cabo sospechaba de que a él le atrajera ____(tn).


Es normal, ella es bien bonita.


- ¡___(tn), espera! -le grité para que me esperara. 


- ¡Corre o no llegaremos a tiempo para comprar las entradas! -me explicó ella. 


Fácilmente logré alcanzarla, no corría mucho así que me fue fácil.


Llegamos a las taquillas donde se sacaban las entradas. Había demasiada gente como para poder sacar entrada a tiempo. Por suerte teníamos un as bajo la manga con gafas de sol y gorra.


- Justin, ¿tienes los pases VIP? -le pregunté con media sonrisa.


Justin asintió y nos tendió los pases. Le miré fijamente cuando se detuvo en ____(tn), ¿le había guiñado el ojo? En fin.


- Gracias. -le agradeció ____(tn) con una sonrisa, sonrojada.


- De nada. -sonrió él. 


Apreté los puños. Habían demasiadas sonrisas, y no es por nada pero, Justin ya tiene novia y esa es mi hermana. 


- ¿Le diste a Caitlin? -le pregunté a Justin, secamente. - No he visto que le dieras.


- Chris, Justin ya me lo dio cuando estábamos en el coche. -me explicó Caitlin, con una sonrisa. 


¿Era yo o mi hermana no veía como Justin le tiraba los tejos a ____(tn)?


- ¿Vamos? -preguntó Chaz impaciente.


- Sí, al final nos quedaremos fuera y Justin llegará tarde a su concierto benéfico. -comentó Ryan, todos asentimos. Al fin y al cabo, estábamos aquí solo por el concierto. Igual que la mayoría de esta masa de personas haciendo cola para entrar. Solo por una razón; Justin Bieber.


- Es verdad, ya no me acordaba. -dijo Justin revolviéndose el pelo.


- Aparte de creído, tiene amnesia. -susurró ____(tn). Tuve que morderme el labio para no dejar escapar una carcajada. 


- ¿Qué? -preguntó Justin, confuso.


- No he dicho nada. -frunció el ceño para luego sonreír. - ¿Vamos?


Todos asentimos y, por fin, entramos al parque.

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