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martes, 28 de agosto de 2012

Capitulo 5 ~ Novela de Christian Beadles & tú

- Bueno, yo me voy a los vestuarios para cambiarme. -comentó Melody. - ¿Vienes, ____(tn)? -me preguntó con la vista fija en mi.

- Sí, vamos. -contesté yendo hacia ella.

- Si no os importa, también voy yo a cambiarme. -dijo Caitlin, sonriendo tímidamente.

- Obvio que no, vamos. -le sonreí intentando tranquilizarla.

Anduvimos hasta el vestuario de mujeres, que estaba señalado por una señal roja en la que estaba gravada una silueta de mujer. 

Nos pusimos el bikini en los baños privados. Mi bikini era de color rosa saltón y en la parte inferior tenía unas anchas rayas blancas horizontales, lo que hacía resaltar mi pálido moreno. Melody por el contrario llevaba un bikini color negro con la palabra Roxy grabada en varias partes. Y por último Caitlin, que llevaba un bikini blanco con estampados amorfos de colores alegres. 

Eran preciosos.

Salimos del vestuario para volver junto a los chicos. Sentía algo de incomodidad llevando tan solo encima un bikini y con las miradas de los chicos sobre nosotras. No era de mi gusto ir tan ligera, pero estábamos en un parque acuático y lo que no iba a hacer es llevar un burka.

- ¡Woah, estáis increíbles chicas! -gritó Justin, algo sorprendido.

Los chicos también se habían ido a cambiar mientras nosotras estábamos en los vestuarios. Lo que quiere decir que iban sin camiseta, lo que es igual a Barbara roja.

- Sois demasiado sexy's para nuestra salud. -dijo Ryan, con su vista fija en Melody.

- Gracias. -contestamos todas, bastante incómodas por la situación.

- ¿Dónde queréis ir primero? -preguntó Chaz, mirando el mapa de todo el parque.

- A mi me gustaría ir a ver el espectáculo de delfines de las 5:30 pm... -hice una mueca al recordar la hora. - pero aun falta bastante.

- ¡Sí, sería genial nadar entre los delfines! Una experiencia única. -comentó Christian, entusiasmado.

- Está bien, creo que es mejor que vayamos por parejas. -soltó Ryan, con su vista aun fija al mapa.

- Somos impares... -añadió Chaz, al mirarnos al contarnos.

- No importa, habrá un trío. -siseó Justin, pícaramente.

- ¡Mal pensado! -le regañó Melody mientras fruncía su ceño sonriente.

- Uh, el famoso ídolo a seguir no es tan santurrón como parece. -dije con la mirada más neutra posible.

- ____(tn)-- -intentó explicarse Justin, pero Caitlin cortó su frase. 

- Bueno, ¿cómo serán las parejas? -preguntó ésta, para calmar el ambiente.

- Bien, como nadie a salido voluntario, las elegiré yo. -se auto-proclamó Ryan, lanzándome una siniestra mirada. 

Oh, oh.

- Dispara. -murmuré entre dientes.

- Irás con Chris. 

- ¿Qué? -solté sin pensar. Sentía como la sangre subía hacia mis mejillas y orejas sin el mínimo sentido. - ¿No puedo ir con Melody? Es con la que más confianza tengo...

- Exacto, por eso vas con Christian, para conocerlo mejor. -me explicó Ryan. 

¿Sabéis esa impotencia de cuando en clase el profesor os manda hacer un trabajo con un compañero y él elige con quien irás? Luego te toca con quien menos quieres ir, ya sea porque te cae mal esa persona o porque simplemente ni puedes mirarle apenas a la cara y así es prácticamente imposible hacer un trabajo. Bueno, pues esto es parecido.

- Caitlin con Justin y Chaz, y Melody conmigo. -finalizó.

- ¿No sería mejor que vaya con Christian y ____(tn)? -le preguntó Justin, mirándonos de reojo.

- Pero si siempre vas más con Chaz, y a parte te puse con tu nov... -abrió los ojos comprendiendo la situación para luego clavar su mirada en mi. - ¿Por qué caen todos en tus redes, ____(tn)? ¿Cómo lo haces?

Agrandé los ojos y volví a sentir mis mejillas calientes por el comentario de Ryan, claramente inapropiado.

¿Por qué estoy sonrojándome cada dos por tres? En España apenas me pasaba esto, controlaba la situación. 

Aquí no.

- ¿Puedes dejar de decir burradas? -alcé la ceja intentando esconder mi incomodidad en la situación. -Ya están puestas las parejas y el trío, ahora comencemos a divertirnos. 

- Bien, nos vemos a las 5:30 pm donde los delfines. -habló Caitlin con un tono algo molesto. 

Normal, su novio le acababa de rechazar indirectamente.

Todos se fueron por caminos distintos, sin embargo Christian y yo nos habíamos quedado en el mismo lugar sin apenas dirigir palabra.

Sabía de sobra que estaba molesto por algo, y aunque no supiese el por qué tenía la necesidad de arreglarlo.

- ¿Dónde te gustaría ir primero? -pregunté con una de mis mejores sonrisas. 

- Donde quieras. -dijo indiferente a mi pregunta, mientras su mirada se posaba en una chica con su novio.

Me crucé de brazos y lo miré atentamente.

- Escúchame, Chris. -le dije en un tono tirando a súplica. - No me refería a que no quisiera estar contigo... -tragué saliva, junto mi orgullo. - Perdón si te he llegado a herir.

- Tranquila, todo bien. -sonrió, pero no me pareció del todo sincera. - Querías estar con tu mejor amiga, en vez de con un chico que conociste hace nada y te considera ya una amiga. -dijo, mirándome seriamente. Sabía que su sonrisa era una farsa.

Suspiré frustrada.

- Por favor, Christian, ¿no me entiendes? -fruncí el ceño mientras clavaba mi mirada sobre sus ojos caramelo. - Quería ir con Melody porque es a quien más conozco y tenía miedo de ir contigo y fastidiar nuestra "pequeña amistad"... -bajé la mirada al suelo. - porque siempre que me comienza a importar una persona, tengo el poder de alejarlo de mi. -mordí mi labio y volví a subir mi mirada. - Creo que tengo miedo. -susurré.

Me fui a girar, pero sentí como la mano de Christian atrapaba mi brazo, reteniendo mi marcha.

- Perdóname. -le escuché decir. - He sido idiota al haberme molestado por eso, no quise entender tu situación. -confesó. 

Le miré a los ojos y sonreí.

- Claro, no pasa nada. -le abracé como impulso, es extraño pero era lo que sentía.

- Bien, -sonrió este, mientras nos separábamos del abrazo. - ¿Qué tal si nos tiramos por aquel tobogán? -señaló con el dedo indice a un tobogán color amarillo, parecía uno de los más altos que se podía encontrar en el aquatic. 

Y eso es malo, tengo vértigo.

- ¿Ese? -tragué saliva mirando aquél horrible tobogán amarillo. Lamí mis labios y suspiré intentando quitar mis nervios del cuerpo. -Vale.

Christian comenzó a reír y se cruzó de brazos.

- ¿Tienes miedo? -preguntó con una mirada retadora. 

- No. -contesté con el mejor tono de voz que podía mostrar en estos momentos.

- Seguro, ¿no me digas que le tienes miedo a las alturas? -carcajeó mientras negaba con la cabeza.

- Claro que no. -fruncí el ceño y me encaré a él. - Vamos, te echo una carrera hasta llegar a la entrada del tobogán. -sonreí. - Quien pierda se tira primero.

Chris sonrió de lado, y afirmó con un movimiento de cabeza.

- Vale, pero no te eches atrás cuando pierdas... -dijo vacilante. Me coloqué en posición para correr haciendo caso omiso a su comentario. - Bien, a la de tres...

Le miré confundida. - ¿A la de qué? -pregunté.

- A la de tres. -volvió a repetirme. Sonreí y salí corriendo hacia la entrada.

- ¡Eh, eso no vale! -gritó Christian, corriendo tras de mi.

- ¡Dijiste a la de tres, y yo salí a la de tres! -carcajeé mientras corría. Y creo que saben que hablar mientras corren es malo, bastante malo. Comencé a sentir un dolor en el lado de la costilla, me había entrado flato.

Entre el flato que me había dado, y lo lenta que era al correr, Chris me alcanzó rápido y pasó sus brazos por mi cintura. 

Los dos comenzamos a reír.

- No eres rápida. -confirmó Christian, en voz alta. Me giré a mirarle y fruncí el ceño, pero sonreí al instante. Era la verdad.

- Digamos que correr no es mi punto fuerte. -comenté cruzándome de brazos. Comenzamos a reír.

- Está bien, ¿vamos? -dijo mirando hacia entrada del tobogán.

Asentí.

Al llegar, me tenía que tirar yo primera ya que perdí la carrera. Christian insistió en tirarse el primero, pero mi orgullo y dignidad lo negaron. 

Al final resultó divertido, y el vértigo se esfumó en toda la mañana.

Después de tirarnos en los demás toboganes que habían, mis tripas comenzaron a despertar y decidimos ir a comer. 

- ¿Qué quieres pedir? -preguntó sonriente la camarera. 

Tenía a Christian sentado en frente y aun mi vista no se acostumbraba a verlo sin camiseta, así que intenté concentrar mi mente al menú que tenía entre las manos..

- Mhm... un taco vegetal con patatas fritas y un zumo de naranja.

- Yo tomaré espaguetis a la boloñesa con albóndigas y una coca cola. -pidió Christian, con una sonrisa a la camarera.

- Pronto os traeré todo. -contestó apuntando todo en su libreta, para después irse.

- Así que estoy frente a una chica que no está obsesionada con la dieta. -comentó asombrado. Rodé los ojos.

- Encuentro una estupidez a las chicas que se vuelven locas con su peso. -respondí sinceramente. - Tan solo deben hacer ejercicio de vez en cuando y ya está.

- Lo mismo opino. -sonrió mirándome fijamente.

Bajé la mirada incómoda ante la situación. 

- Uhm... yo... 

Como si Dios hubiera escuchado mis súplicas de ayuda, mi móvil comenzó a sonar con mi tono de llamada.

"You had my heart, and we'll never be worlds apart Maybe in magazines, but you'll still be my star Baby cause in the Dark, You can't see shiny Cars And that's when you need me there With you i'll always share... "

- Aguarda. -le pedí a Christian mientras descolgaba el móvil sin mirar de quien venía la llamada. - ¿Diga?

- Hola, ____(tn). -me saludó mi padre en español. 

- Hola papá, ¿qué ocurre? -pregunté en el mismo idioma. Christian miraba perdido hacia mi, intentando entender lo que decía.

- Nada, sólo quería saber cómo estás.

- Uh, muy bien. -le respondí. - He conocido a los amigos de Ryan, y sin bastante agradables. -expliqué sin mencionar la parte en la que estaba "el famoso Justin Bieber y sus famosos amigos".

- Así me gusta, sabía que te gustaría Atlanta. -dijo seguro. Sonreí con dificultad, aunque no me pudiera ver.

- Sí, es genial. -mordí mi labio mirando como la camarera posaba la comida en la mesa. -Gracias. -le agradecí en inglés.

- ¿Estás ocupada? -preguntó mi padre.

- Bueno, es que me encuentro en un parque acuático y nos acaban de servir la comida.

- Oh vale, entonces te dejo. -dijo mi padre con un suspiro. - Que aproveche.

- Gracias papá, adiós. -me despedí y colgué. 

- ¿Quién era? -preguntó Christian, mientras comía. Guardé el móvil en el bolso y mordí una patata.

- Mi padre, quería saber cómo estaba.

- Oh, bien, Perla.-dijo metiéndose una albóndiga a la boca.

Levanté mi vista a él, confundida. - ¿Perla?

- Sí, viene del origen germano. Sensible, seductora. Que es preciosa. -me explicó con naturalidad. Sentí como mis mejillas comenzaron a arder.

Comimos entre conversaciones y algún que otro silencio incómodo. Después decidimos ir a dar una vuelta y nos hicimos una foto con un búho en el brazo. 

Al llegar las cinco nos encontrábamos en la grada para poder ver el espectáculo de delfines.

- ¡Woah, qué saltos! -grité con emoción. Amaba los delfines, se podría decir que era mi animal favorito, son preciosos.

- Sí, -comenzó a reír mientras señalaba al delfín el cual acababa de empapar al ayudante de la que hacía el espectáculo. - ha salpicado al chico.

Reí y afirmé. Escuché como si alguien estuviera gritando mi nombre, y aparté la vista del espectáculo para mirar unas gradas más abajo.

- Oh, allí están los chicos. -dije entrecerrando los ojos para poder estar segura que eran ellos. Sonreí al ver como nos saludaban, así que devolvimos el saludo.

Al terminar el espectáculo fuimos hacia donde los chicos.

- Hey, ¿todo bien? -preguntó Ryan, guiñando un ojo.

- Pues la verdad, sí. -dije desafiando la mirada de Ryan. Sabía que había elegido así las parejas por joder, y no se iba a salir con la suya.

- Exacto, todo genial. -me apoyó Christian, apoyando su mano sobre mi hombro.

- Ah. -soltó Ryan, desilusionado. Seguro que pensaba que íbamos a sonrojarnos o cualquier cosa por el estilo, pero falló.

Por los alrededores se escuchó un anuncio sobre los delfines.

"Ahora podéis pasar un buen rato nadando junto a los delfines. Reservad la entrada en la taquilla. Muchas gracias por su atención."

- Estaría bien nadar junto a los delfines... -dije mirando hacia los delfines, luego negué con la cabeza. - No traje dinero suficiente para eso. 

- Tranquila, te lo pago yo. -contestó Justin, con una media sonrisa. Le miré sorprendida por su generosidad. No esperaba que él dijera eso.

Negué rápidamente con la cabeza. - No, no. No hace falta. -tragué saliva con dureza. 

- Venga va, invito a todos. -dijo Justin con una gran sonrisa. Parecía que le gustaba ver felices a los demás.

- ¡Sí, me apunto! -dijo Caitlin, pegando pequeños saltos de emoción.

- ¡Y yo! -se unió Melody sonriente. En sus ojos se mostraba emoción. Estaba prácticamente cumpliendo el sueño de su vida. 

Ryan pasó su brazo sobre el hombro de Melody.

- Si tienes miedo o algo, yo estaré ahí para protegerte. -comentó el rubio. Melody se acercó a él y le dio un beso en la mejilla.

- Gracias. -agradeció la castaña. Todos nos quedamos estupefactos al ver la escena, ¿qué estaba pasando?

- No puede ser verdad. -carcajeó Christian. 

- Ten cuidado Melody, este va a por todas. -le avisó Chaz, entre risas. Ryan le pegó una colleja rápida, a lo que Chaz respondió entre risas de nuevo.

Fuimos a reservar a las 7:00 pm para bañarnos con los delfines. Llegó la hora y todos ya estábamos preparados con los trajes de neopreno.

- Esto es demasiado estrecho, me va a entrar claustrofobia. -replicó Melody intentándo separarse el neopreno de la piel.

- Ni que lo digas. -siseé por lo bajo. El cuello me apretaba demasiado, y difícilmente podía mover la cabeza. 

- ¿Estáis ya? -preguntó Caitlin con destreza. Mordí mi labio sospechando que no le caía muy bien.

- Ya vamos. -gritamos Melody y yo a coro.

Nos metimos todos al agua y los delfines nos recibieron con alegría. No podía parar de reír cuando el delfín expulsaba agua a Chaz y éste se ponía de los nervios. 

Caitlin se sentó al borde de la piscina para descansar, y no pude evitar ir hacia ella para que la tensión entre nosotras disipara. 

- Hey. -la saludé mientras torturaba mi labio.

- Hola. -respondió fijando su vista en mi, para luego pasar a los chicos.

- Es divertido, ¿no crees? -pregunté intentando romper el hielo.

Ella asintió sin dirigirme mirada. - Ahora me gustaría estar un rato a solas, si no te importa... -se cruzó de brazos. Suspiré y la encaré.

- ¿Te pasa algo conmigo? ¿Por qué me tratas así? -le pregunté entrecerrando los ojos. Si le pasa algo, que lo diga ya y que no vaya con estupideces.

- No, no es nada personal. Es tan solo que tengo bastantes cosas en la cabeza que me afecta a a mi manera de ser. -respondió ella frunciendo el ceño.

- Ah, ¿y cuando los demás te hablan ya no tienes cosas en la cabeza? Porque la verdad es que solo me respondes a mi de esta forma. -me apoyé en el borde y salí a sentarme con ella.

- ¿Te gusta Justin? -me preguntó de la nada. - Porque si te gusta, no pasa nada ya hace tiempo que queremos deja--.

- ¡No, no me gusta! ¡Basta Caitlin! -negué con un grito de desesperación. 

- ¿En serio? -preguntó entrecerrando los ojos. - ¿Y mi hermano? 

- ¿Christian? -negué lentamente con la cabeza. - No me puede gustar un chico en dos días. -dije como si fuera lo más normal. Caitlin asintió, parecía que se había rendido.

- Lo siento, tienes razón. -me sonrió levemente. - ¿Comenzamos de cero? 

Me quedé mirándola por un rato, pero al final asentí.

Nos metimos de nuevo al agua, uniéndonos a los demás. Comenzamos a hacernos fotos junto a ellos, por suerte había traído mi cámara con la funda para poder hacer fotos en el agua. 

Me di cuenta de que a Justin le gustaba chupar mucha cámara ya que estuve casi media hora sacándole fotos a él solo. 

No, no es porque yo quisiera. 

El caso es que si a mi me gusta sacar fotos, y hay una persona que es muy fotogénica que quiere que le saque fotos, está claro que no me voy a negar... ¿o sí?

Habíamos salido para cambiarnos, los chicos habían desaparecido desde hacía un rato pero no le di importancia en ese momento.

Comenzamos Justin y yo una plática. Me contó como conoció a Caitlin: fue en una iglesia mientras rezaban. Y bueno, puede que ya no me pareciera tan superficial como antes pero mis pensamientos seguían en contra de él por algún motivo que desconocía.

- ¿Dónde se fueron los demás? -pregunté lentamente. Ahora me sentía bastante incómoda a su lado.

- No lo sé, -cogió el móvil del bolsillo de su pantalón y desbloqueó la pantalla. - será mejor que llame a Ryan.

Justin's Point Of View:

Busqué el contacto de Ryan, y lo marqué.

- ¿Justin? -preguntó éste, dudoso.

- No, Zac Efron. -ironicé. Ryan bufó.

- ¿Qué ocurre? -preguntó, parecía molesto.

- ¿Dónde os habéis metido? -pregunté respondiendo a su pregunta.

- Nos hemos ido, hace una hora por lo menos. -abrí la boca con asombro, ¿cuándo fue eso? - Además, os habíamos avisado.

- ¿Qué? ¿Cómo que os habéis ido? -mi voz sonaba casi desesperada, y la mirada de Barbara me taladraba.

- ____(tn) y tú estabais demasiado entretenidos, y los demás nos aburríamos. -explicó Ryan, lamí mis labios y suspiré.

- Está bien, ahora la llevo a casa. -susurré lo bastante audible como para que Ryan lo escuchara.

- Sí, y como el viaje es bastante largo... -hubo una pausa. - piensa en una buena disculpa para Caitlin. -dijo, y seguido colgó. 

Apreté la mandíbula tenso, no había caído en Caitlin.

- Dime que he entendido mal y que no se han ido. -suplicó ____(tn). Hice una mueca y negué seguido.

- Lo siento, -lamí mis labios. -tendré que llevarte yo.

- No, llama a Ryan de nuevo y dile que vuelva. -entrecerró sus ojos, con amenaza. 

- ¿Cómo voy a pedirle a Ryan que vuelva? No seas inmadura, vamos. -negué con la cabeza y caminé hacia la salida pero sentí que ____(tn) no me seguía así que me giré y comprobé que tenía razón.

- Si no viene Ryan, me voy andando. -dijo cruzándose de brazos. 

- Dime que estás de broma. -carcajeé. - ¿Qué tiene de malo que te lleve yo? 

- No me gustas, Justin.

Al escuchar su frase, comencé a reír aun más.

- ¿Por qué? -pregunté con una media sonrisa.

- No lo sé con exactitud, pero no te lo tomes muy a pecho. -me dijo fingiendo preocupación en su voz. - Y bien, ¿vas a llamarlo?

- Claro que no, Ryan no va a hacer un viaje de dos horas para venir a recogerte y luego volver. -dije como si fuera obvio, y lo era.

- Bien. 

____(tn) comenzó a caminar hacia la salida a paso rápido. Cuando llegó a la carretera y comenzó a caminar por el lado junto a los coches, me tensé.

¿Pero qué hace? ¿Está loca?

- ¡Espera ____(tn), por favor! -le pedí corriendo tras ella. Si le atropella un coche, Ryan me mata.

____(tn) paró y me miró a lo lejos. - ¿Entonces?

- ¡Sí, voy a llamarlo! -acepté desesperado. Estaba claro que no le iba a llamar.

____(tn) volvió hacia mi coche sonriendo con suficiencia.

- Estoy esperando... -dijo con los brazos cruzados.

____(tn)'s Point Of View:

- No le voy a llamar, te voy a llevar yo y mañana estarás lista a las cuatro porque pasaré a recogerte. -comentó mientras hacía girar las llaves.

Alcé una ceja, sorprendida. - ¿Qué es lo que no entiendes de "me caes mal"? -pregunté lentamente.

- El "mal". -dijo sonriente. Mordí mi labio nerviosa, y asentí rendida.

- Está bien, abre el coche y vámonos. -dije intentando ocultar una sonrisa. - Ah, no te tomes lo de mañana como una cita.

- No lo hago, tengo novia, ¿recuerdas? -me guiñó un ojo, y mis mejillas volvieron al tono carmesí que solía tener en Atlanta.

Al entrar a casa la rabia inundo mi cara.

- ¿¡Por qué os habíais ido?! -pregunté a gritos, pensando que solo estaría Melody y Ryan.

- Creo que tu viaje de vuelta con el famoso Justin Bieber a sido genial. -carcajeó con ironía.

- Uy sí, que gracia todo Ryan. Vas para payaso. -le miré seriamente. 

- Relájate, niña. -comentó divertida, Melody. Siempre le había gustado cuando yo me salía de mi línea, decía que era como ver una nueva ____(tn).

- ¡Estoy tranquila! -dije desesperada. 

- Calma, ____(tn). No hace falta que grites. -me pidió, Chaz. Cerré los ojos y suspiré.

- Lo siento, tenéis razón. -me disculpé, ya más relajada.

- Así mejor, Perla. -sonrió Christian, al verlo me ruboricé ya que había visto la escena que había montado. Miré hacía Melody para que nadie me viera lo roja que me encontraba, pero la vi mirándome con el ceño fruncido, extrañada.

- Esto es raro, tío. -comentó Ryan extrañado mirándonos a Christian y luego a mi.

Todos comenzamos a reír, y Chaz miró por su móvil.

- Son las nueve menos cuarto... -comentó por lo bajo.

- Melody, -le dije y luego miré a Caitlin. - Caitlin, ¿venís a mi habitación? -les pedí con una sonrisa. 

- Claro. -aceptaron las dos. Quería hacer una noche de chicas, y así pedir disculpas a Caitlin por lo de Justin.

- ¿Podemos ir nosotros? -preguntó Ryan, con suplica. 

Las tres negamos la cabeza y subimos las escaleras riendo.

viernes, 24 de agosto de 2012

Capitulo 4 parte 1 ~ Novela de Christian Beadles & Tú

¿Sabéis que aun no han podido descubrir como conseguir la velocidad de la luz? Pues creo que en ese mismo instante yo presencié aquella velocidad. 


Melody en un abrir y cerrar de ojos ya no se encontraba en su habitación. Había salido corriendo tal cual loca del demonio para ver a su amor platónico.


- Muchas gracias por dejarme aquí, guapetona. -murmuré con sarcasmo para mi sola mientras salía de aquella habitación.


Tenía ganas de ver la reacción de Melody. Ella siempre había soñado con conocerle, y ahora lo tendría a demasiada poca distancia. No la culpaba por su obsesión, yo tenía una parecida con un actor español, Mario Casas. Si alguna vez lo pudiera ver en persona, no me haría cargo de lo que pudiese pasar.


Mediante bajaba las escaleras podía ir escuchando los gritos de Melody. Una imagen de lo que estaba ocurriendo se formó en mi mente provocándome unas cuantas risas débiles.


Estaban todos donde anteriormente se encontraban, en el salón, solo que esta vez había una pequeña diferencia; Melody estaba abrazada a Justin como una lapa. Al chico se le podía apreciar un rubor en las mejillas.


Puede que sea por el hecho de que le esté abrazando una desconocida o porque le está cortando la respiración.


Me quedo con la segunda idea.


Me uní a las risas de Ryan, Chris y la chica que se encontraba con ellos. No podía parar de reír, la escena era demasiado graciosa como para perder detalle del momento.


Justin miró en dirección a la chica. - ¿Una ayudita? Necesito respirar, y como muera ahogado te quedarás sin novio, Caitlin. -comentó como pudo, intentando zafarse de Melody.


La chica, la cual podía ya poner el nombre de Caitlin, negó aun en carcajadas. - Lo siento, es demasiado bonito como para arruinar el momento.


Al final Melody se apartó de Justin. Temía por el pobre chico, aunque ya debería estar más acostumbrado a tratar con sus fans.


Sentía como unas lagrimas resbalaban por mis mejillas a causa de la risa. Me las limpié y miré, como instinto, a Christian. Ryan estaba empujándole hacia mi mientras Chris negaba repetidas veces en susurros los cuales perfectamente podía oír ya que le salían algunos gallos más altos. 


Intenté apartar la mirada de ellos pero sentí un golpe proveniente de Christian. Al final Ryan había conseguido su objetivo.


- Perdón, ha sido sin querer. -comentó con un color carmesí en sus mejillas.


Moví la mano intentando quitarle importancia. - No pasa nada, vi como Ryan hacía de las suyas para que chocaras. -me crucé de brazos.


- Sí bueno, solo quiere molestar. -afirmó volviendo a su color normal. - ¿Esa es tú amiga? -preguntó señalando a Melody. 


Afirmé. - Exacto. Se llama Melody, es un año mayor que nosotros. -le sonreí.


- Uhm, tú pareces mayor. -comentó mirándome. Reí levemente.


- ¿Eso es un cumplido o me estás llamando vieja? -pregunté entrecerrando los ojos.


- Y-yo...


- Era broma. -carcajeé.


Christian comenzó a revolverse el pelo. Sabía de sobra que cuando un chico hacía ese gesto es que estaba nervioso u incómodo.


- ¿Caitlin es tu hermana? -pregunté desviando el tema. 


- Sí, y también es la novia de Justin... -comentó con un suspiro. 


No sonaba molesto.


- Uh, se le ve simpática. -respondí algo sorprendida. No sabía que Justin tuviera novia, no había escuchado a Melody decir nada sobre ello.


- ¿Te molesta? -preguntó Chris, alzando una ceja divertido.


- ¿El qué? -pregunté sin entender. 


- El hecho de que Justin Bieber tenga novia, -me miró a los ojos mientras los entrecerraba. - y no seas tú.


Abrí los ojos sorprendida, aguantando la risa. - ¿Qué? No, no. Yo no soy belieber, y tampoco me agrada él. -carcajeé.


- Oh bueno. -rió cruzándose de brazos. 


Parecía más tranquilo.


- Pero Melody lo ve como su príncipe azul. -hice una mueca y miré al suelo. - Es su ídolo.


- Bueno, muchas chicas lo ven igual, por eso te dije eso. -dijo Christian bajando también la mirada. Luego la subió y me miró. - ¿Quién es tú ídolo? 


- Bueno, amo a Mario Casas y a Rihanna. -crucé mis brazos y lo miré. - Pero tampoco los puedo llamar ídolos.


- ¿Mario Casas? -me preguntó con curiosidad.


- Es un actor de España. Sexy, -le miré con una sonrisa traviesa. -muy sexy.


Christian se cruzó de brazos y bajó la mirada al suelo. - A mi me gusta bastante Selena Gomez. -alzó la mirada hacia mi y mostró la misma sonrisa que yo anteriormente. - Es sexy, muy sexy.


Reímos juntos.


- ¿Qué hora es? -pregunté al sentir una pizca de cansancio en mis párpados. No entendía por qué tenía sueño si prácticamente pasé el viaje durmiendo.


Christian llevó su mirada a su iphone. - Las 11:23 pm. -suspiró y me miró. - Debo irme ya, mi madre me pone hora de vuelta. 


Sonreí y afirmé. - Es normal, ¿te acompaño a la puerta? -le pregunté mordiendo mi labio inferior.


- Está bien. -sonrió.


Fuimos hasta la puerta, al llegar hubo un silencio algo incómodo.


- Uhm... me voy, mañana tengo que madrugar para ir al parque acuático con todos. -sonrió nervioso. 


- ¿Vais a un parque acuático? -pregunté frunciendo el ceño. 


- Sí, ¿no te comentó nada Ryan? -me miró extrañado. 


Negué y me crucé de brazos. - Tampoco es que tenga amigos con quien hablar si fuera a ir. -me mordí el labio. - Melody estaría pegada a Justin todo el día.


Christian alzó una ceja. - ¿Y yo qué soy? ¿un dibujo? 


Reí ante su comentario y negué. - No sabía que me tomabas como a una amiga... digo, nos acabamos de conocer. -murmuré a lo bajo.


- Bueno entonces, adiós "no amiga" -se despidió divertido. 


- Adiós "no amigo" -carcajeé y cerré la puerta.


¿Es normal sentirse tan bien con una persona a la que acabas de conocer? No lo creo, vamos, no es normal. Con este chico es fácil entablar una conversación, y lo mejor, me hace olvidar los problemas con los que llegué hace unas cuantas horas. Espero poder llevarme bien durante el tiempo en el cual resida en Atlanta.


Caminé hacia el salón y observé en que Melody ya no estaba allí. Era extraño, ¿no estaba al lado de su ídolo tan querido? 


Subí las escaleras, estaba cansada así que lo mejor era ir a dormir y dejar que el día, o en este caso la noche, pasara.


Desperté al tener un mal sueño, el cual no quise recordar. Sabía que si lo dejaba pasar, a medida que pasara el día se me olvidaría. Miré la hora; 9:00 am. ¿Desde cuando estos madrugones? 


El cambio de horario, será eso.


Me puse ropa ligera, en esta casa no hacia más que calor. 


La puerta se abrió sin aviso, y se asomó la cabeza de Ryan.


- ¡____(tn)! Ayer se me olvidó preguntarte, ¿queréis venir Melody y tú al Aquatic Park? 


- ¡Se llama la puerta antes de entrar! -grité molesta. Me había asustado, ¿y si hubiera estado desnuda? 


Moví la cabeza para nublar mis pensamientos.


- Como sea. -Ryan movió su mano con indiferencia. - ¿Vienes o no? 


Le miré de mala gana, y comencé a ordenar un poco la habitación, pasando de su pregunta.


- Viene Christian... -me guiñó el ojo.


Fruncí el ceño.


- Me da igual. -le enseñé el dedo medio. Él comenzó a reír. - Si va Melody, voy yo.


Era una excusa. Claramente sí quería ir, y sabía que Melody diría que sí.


- Claro, claro... -me sonrió Ryan, pícaramente.


Volteé los ojos. - I D I O T A. -le dije lentamente, a lo mejor así lo entendía mejor.


- Seré un idiota, pero al menos no me gusta nadie... -comentó burlón. Apreté los puños, ¿qué decía?


No tengo suficiente tiempo como para pensar en gustarme de alguien, tan solo quiero volver a España y estar con Gwen. Aunque en los dos casos, fuera imposible.


- ¡Vete a la mierda! -le grité ya cansada de su actitud, mientras lo sacaba fuera de la habitación y le cerraba la puerta en su cara.


Me mordí el labio inferior impidiendo que mis lágrimas salieran. No podía llorar ahora, en cualquier momento entraría Ryan y... no.


Una lágrima traicionera recorrió mi mejilla, justo en el instante que Ryan apareció de nuevo por mi puerta.


Me limpié la mejilla, ¿pero este chico cómo podía ir tan rápido en preguntar las cosas?


- ¿Qué no has entendido de "llamar a la puerta"? -le pregunté molesta.


Me miró ¿preocupado? - ¿Qué te ocurre?


Tragué saliva nerviosa, ¿me había visto aquella lágrima? ¿Cómo iba a poder visualizar una maldita lágrima traicionera en mi rostro desde la distancia?


- ¿A quién? -fruncí el ceño fingiendo curiosidad. Como si no entendiera de que hablaba.


Ryan negó. - Es igual, déjalo. -se cruzó de brazos y me miró como si estuviera estudiando cada uno de mis rasgos faciales. Me tensé. - ¿Entonces te vienes, no? 


Muy bien, Ryan. Así me gusta, cambia de tema.


- ¿Dijo que si Melody, verdad? -intenté ocultar una sonrisa de victoria. Ryan asintió. - Genial, pero no me molestes con esas tonterías sobre Christian. 


- No son tonterías, es la verdad... pero acepto. -carcajeó Ryan, dándose por vencido. Suspiré más calmada. Si dijera alguna de esas idioteces delante de Christian, moriría de vergüenza.


Al terminar de hablar con Ryan, y cambiarme de ropa por algo más adecuado para un parque acuático, fui a buscar a Melody.


Entré a su habitación sin llamar apenas. Ella se giró algo asustada, pero al ver que era yo, su rostro se relajó. "Relajó", "Relajar" ¿es exactamente lo que quería decir?


- ¡Niña, que nos vamos a un parque acuático con Justin Bieber y sus amigos! -gritó Melody. Lo más seguro es que la hubieran escuchado desde el salón.


No, "relajar" no era el verbo apropiado.


- Oh, es verdad. -hice una mueca de desagrado al recordar que iría el cantante. - Se me quitaron las ganas de ir.


Exactamente no tenía una buena excusa para odiarle, si así podía decirlo. Es tan solo por su actitud, por su chulería al hablar, por ser él. ¿Eso no es una buena excusa, verdad? Pero me vale verga.


- No seas así, ____(tn). -Melody frunció el ceño molesta. Yo reí.


- Es broma, no voy a quedarme aquí por culpa de ese. -suspiré y me senté en el borde de su cama.


Ella frunció el ceño aun más molesta. - No le digas "ese", dile Justin. -rodé los ojos, Melody sonrió de golpe. - Estaré todo el día con él. 


- Que bien, me quedaré sola. -murmuré cruzando de brazos. - Bueno, con Christian. -sonreí más tranquila.


Melody abrió poco a poco su boca con asombro.


- Con... ¿Christian? -tragó saliva. - ¿Christian... Beadles?


Asentí victoriosa. Había conseguido desviar el tema de Justin.


- ¡Eres amiga de Christian Beadles! -Melody comenzó a gritar. Gritó como ayer al ver a Justin, como una posesa. 


Mordí mi labio con nerviosismo. - No grites, te escuchará todo Georgia. 


Al haber preparado la bolsa con los bikinis, cremas, toallas, e.t.c. bajamos al salón.


Observé que ya habían llegado Christian, Justin y Caitlin. Pero había una persona más, la cual me llamó la atención, ya que ayer no le había visto aquí.


- Hola chicas, -nos saludó Ryan. Melody movió su mano con signo de saludo y yo sonreí forzadamente. - éste es Chaz. -señaló al chico nuevo. - Chaz, ellas son ____(tn) y Melody. 


- Hola, yo soy ____(tn). -sonreí y le di un beso en la mejilla. 


- Encantado. -Chaz me devolvió el beso en la mejilla. 


- Yo soy Melody. -comentó con un hilo de voz. Pobrecita, estaba viviendo su sueño.


- Van a venir al Aquatic Park. -les explicó Ryan, todos asintieron. 


Fuimos hacia el Jeep negro con el que Ryan nos fue a buscar al aeropuerto.


- ¿Quieres que conduzca yo, Ryan? -preguntó Chaz. Todos negaron rápidamente con la cabeza, asustados.


- ¡No, por favor! -gritó Christian con desesperación. - ¡No nos hagas esto! ¿Qué te hemos hecho? 


Todos comenzamos a reír, excepto Chaz que miraba de mala manera a Christian.


- Ves, Christian. -dijo Chaz mirándonos a Melody y a mi. - Ya le has dado una mala imagen de mi, a las chicas.


- Como sea. -dijo, Christian, moviendo su mano quitando importancia al asunto. 


Todos reímos de nuevo.


- Caitlin vendrá en mi coche. -comentó Justin mientras sacaba las llaves de su Porsche y apretaba un botón, abriéndolo así.


- ¿Trajiste la mierda de Porsche solo para llevar a Caitlin? -se quejó Ryan. Pude ver como Caitlin se sonrojaba ante la situación.


- Bro, es mi novia. -atacó Justin, cruzando sus brazos. Vi como Ryan iba a contraatacar a Justin con un estúpido comentario, pero me harté.


- Sí, todo genial, pero para cuando lleguemos será navidad. -alcé la voz para que me escucharan. 


Chaz se había puesto a mi lado izquierdo y Christian a mi lado derecho. Ryan había convencido a Melody para que se sentara en el asiento de delante, dejándome así sola entre chicos. 


Había pasado tan solo un cuarto de hora, y yo ya me estaba hartando de escuchar la radio del coche entre silencio. Chaz se encontraba con los auriculares puestos, y Christian miraba el paisaje. Me gustaba como se veía su perfil a la luz del día. 


Y esto se me esta yendo de las manos, ¿desde cuando me fijo así en un chico? No tengo tiempo para enamoramientos. Debo entretener a mi mente.


- ¿Cuánto tardaremos en llegar? -pregunté algo cohibida. Estaba entre dos chicos que apenas los conocía, y yo no es que tuviera fama por saber llevarme con chicos.


- Media hora, más o menos. -me contestó Ryan, con su vista fija en la carretera.


- No fastidies. -me quejé. ¿Una media hora igual? No estoy segura de salir viva.


- No es tanto. -comentó sonriente. Él sabía que la situación me incomodaba, y disfrutaba de ello. 


Subió el volumen de la radio, haciendo que pudiera escuchar mejor la canción. Genial.


- ¡First Dance! -dijo en un pequeño grito, Melody.


- ¿Te gusta, Melody? -preguntó Ryan, dándole miradas cortas para luego dirigirlas a la carretera.


- ¡Me encanta! -respondió de nuevo en gritos. 


Ryan le lanzó una sonrisa, la cual Melody le respondió con una mirada cariñosa.


- Genial, encima tengo que escuchar a este... -miré con odio a la radio del coche. Sabía que eso no solucionaría nada, pero no podía evitar mandarle odio.


- ¿No te gustan sus canciones? -me preguntó con una sonrisa divertida, Christian. 


Negué. - Sus canciones si me gustan, lo que no me gusta es su persona. -le expliqué como si fuera lo más normal del mundo. - Creo que solo se preocupa por su pelo.


Chris comenzó a reír. - Eh, yo tengo un corte parecido al de él. -añadió haciéndose el ofendido.


Mordí mi labio dubitativa. ¿Qué digo ahora? 


- Perdón... -murmuré nerviosa. - A ti te queda mejor. -sonreí.


Genial ____(tn), ya le has asustado.


- Gracias. -carcajeó divertido. Solté un pequeño suspiro, relajándome.


- ¿Solo tienes una hermana? -pregunté intentando cambiar de tema. Aun sentía tensión, aunque viéndolo a él parecía tranquilo.


- Bueno, tengo también un hermano. Se llama Matty, suve covers en youtube. -me explicó. Negué con la cabeza, lentamente. Me daba vergüenza lo inculta que era en estos temas.


- Yo solo suelo buscar videos de Rihanna, Bruno Mars, Jason Derulo, Demi Lovato... -sonreí al recordar a mi actor favorito. - y Mario Casas, aunque él no cante.


Christian rió.


- Ya he buscado a Mario Casas en internet. -me miró sonriente. Alcé una ceja. - Es un actor de España, bastante famoso por la televisión y el cine español.


Reí divertida. - ¿No me digas? -me puse las manos en la cara creando una expresión de sorpresa. - ¿Y qué opinas de él?


Sé quedó pensativo mirándome. - Pues la verdad, yo me prefiero a mi... -alcé una ceja. - pero no es un mal partido. -dijo rápidamente. Ambos reímos.


Sentí como el motor paraba, dando a entender que ya habíamos llegado. Me hacía bastante ilusión, la verdad.


Todos comenzaron a bajar del coche, y cuando fui a bajar yo, Christian se dirigió a mi:


- ¿Te ayudo a bajar? -me preguntó tendiéndome su mano. Negué con la cabeza, podía bajar sola, aunque había sido un bonito detalle.


- Gracias, pero no hace falta. -le sonreí.


Como si mis palabras fueran contra mi, tropecé con el escalón del coche, cayendo así en los brazos de Christian.


Mis mejillas comenzaron a tornarse de aquel color tan común desde que había llegado aquí.


- ¿Te encuentras bien? -me preguntó, Christian, preocupado. 


Me quedé mirando sus ojos avellana, estábamos demasiado cerca como para pensar con la razón o la lógica, pero ni así podía quitarme del pensamiento que estaba quedando como una estúpida sin decir nada.


Me separé rápidamente, sosteniéndome por mi misma.


- Sí, gracias por evitar que cayera. -tragué saliva con dificultad.


- ¡Vamos chicos! -gritó Justin, en la cola de las taquillas, junto a los demás.


- ¡Sí! -grité mientras salía disparada hacia ellos, dejando a Christian ahí plantado.


Christian's Point Of View:


¿Qué acababa de pasar? Sus ojos color chocolate eran perfectos, bastante diría yo, o puede que los viera así por tan solo ser ella.


Justin nos llamó a lo lejos sin razón, bueno, puede que si tuviera una razón, pero al fin y al cabo sospechaba de que a él le atrajera ____(tn).


Es normal, ella es bien bonita.


- ¡___(tn), espera! -le grité para que me esperara. 


- ¡Corre o no llegaremos a tiempo para comprar las entradas! -me explicó ella. 


Fácilmente logré alcanzarla, no corría mucho así que me fue fácil.


Llegamos a las taquillas donde se sacaban las entradas. Había demasiada gente como para poder sacar entrada a tiempo. Por suerte teníamos un as bajo la manga con gafas de sol y gorra.


- Justin, ¿tienes los pases VIP? -le pregunté con media sonrisa.


Justin asintió y nos tendió los pases. Le miré fijamente cuando se detuvo en ____(tn), ¿le había guiñado el ojo? En fin.


- Gracias. -le agradeció ____(tn) con una sonrisa, sonrojada.


- De nada. -sonrió él. 


Apreté los puños. Habían demasiadas sonrisas, y no es por nada pero, Justin ya tiene novia y esa es mi hermana. 


- ¿Le diste a Caitlin? -le pregunté a Justin, secamente. - No he visto que le dieras.


- Chris, Justin ya me lo dio cuando estábamos en el coche. -me explicó Caitlin, con una sonrisa. 


¿Era yo o mi hermana no veía como Justin le tiraba los tejos a ____(tn)?


- ¿Vamos? -preguntó Chaz impaciente.


- Sí, al final nos quedaremos fuera y Justin llegará tarde a su concierto benéfico. -comentó Ryan, todos asentimos. Al fin y al cabo, estábamos aquí solo por el concierto. Igual que la mayoría de esta masa de personas haciendo cola para entrar. Solo por una razón; Justin Bieber.


- Es verdad, ya no me acordaba. -dijo Justin revolviéndose el pelo.


- Aparte de creído, tiene amnesia. -susurró ____(tn). Tuve que morderme el labio para no dejar escapar una carcajada. 


- ¿Qué? -preguntó Justin, confuso.


- No he dicho nada. -frunció el ceño para luego sonreír. - ¿Vamos?


Todos asentimos y, por fin, entramos al parque.